Saberse barro, saberse pueblo en relación a uno mismo, a Dios, a los otros
Saberse barro es no asustarse por los propios fallos, por lo quebradizos que somos, descubrir que no somos perfectos, que es normal que podamos herir a los demás, pues el barro al secarse puede cortar, que manchemos, pero también aceptar que los otros son de barro, y, les pasa lo mismo
Saberse barro en relación a Dios es no huir de su presencia, lo que además es absurdo e inútil, pues nunca podemos huir, pero huir por nuestros pecados, como si él no, nos conociese
Saberse pueblo, es saber que Dios no, nos salva en privado, sino en Comunidad aunque lógicamente, nos salve a todos, uno a uno, es saber que los dones recibidos son del Pueblo de La Comunidad, no para deleite personal, y, que los dones de los otros son de cada uno
Saberse pueblo es dejar que Dios siga haciendo crecer a su Pueblo con los dones que nos ha dado