Abraham La llamada de Dios
“Sal de tu tierra, de tu casa, de tu familia, de tu parentela…”
No es un mero irse, Dios le ordena salir, arrancarse, en primer lugar de “la tierra”, es decir de sus raíces, de lo que fue hasta entonces, porque uno puede abandonar físicamente el lugar de su nacimiento, de su crianza, pero siempre seguirá allí, siempre volverá con la mente con el corazón, evocaciones tristes, o alegres
Pero Abram debe dejar eso, su tierra su patria debe quedar fuera, él tiene que ser un nómada solitario, es dejar fuera la patria idolatra, ya no podrá decir, “en mi pueblo hacemos, decimos, porque él ya no pertenece, se fue, pero hay más también ha de hacerlo de lo más cercano, de su raíz más íntima de su casa, tampoco podrá volver a ella, pensar en lo que aprendido de niño, y, junto con eso la familia, padres, hermanos y los parientes”
De todo eso debe desvincularse Abram, esto es difícil, pero necesario porque a veces uno se queda en “mi abuelita, mi papá…”, y, es preciso como Abram salir de la tierra, de la familia de la parentela.
Tener una fe adulta, donde uno deje atrás lo no esencial, y se lanza a la búsqueda de un Dios que lo está buscando
Pero salir a dónde, porque cuando uno sale, lo hace para ir a un sitio, a dónde se va dirigir Abram, o cada uno, porque no es una historia privada
A dónde se va dirigir si deja “su tierra, es decir raíces, su casa, es decir lo vivido hasta entonces, su familia, es decir lo mamado a los pechos maternos, si ha de ser otro. A dónde va salir, cuál será su destino
A dónde
Dios le dice a la tierra que yo te mostraré. Yo te haré un gran pueblo
Dios no le dice el lugar, es un caminar fiándose solo en Dios, y, eso es lo que me pide a mí
Y, salió Abram de Ur, de Caldea con su esposa Sarai, con su sobrino Lot, con su siervo Eleazar, y, con la esclava de su esposa, Agar, era su edad de 75 años, y, se puso Abram en camino, hacia la tierra que el Señor Dios de Israel le mostrará
Abram no parte solo, se lleva a los suyos, lleva lo que le permite seguir, no es preciso renunciar a todo, siempre hay algo que es necesario, y, que se puede conservar
Y, Abram llega a unas llanuras enfrente el valle fértil de Tiro, Sidón y de las demás ciudades que formaban la Pentapolis, allí da a su sobrino Lot, el derecho a elegir en que terreno asentarse, Lot elegirá Sodoma
Poner al otro por delante, no elegir el primer puesto
“No me has dado hijos” la queja a Dios
Abram, no es un resignado ciego, no es como los personajes de las tragedias griegas, su Dios es un Dios vivo, es su Amigo, y, este Dios lo ha sacado de sus raíces, le ha prometido un pueblo que nacerá de unos hijos que no llegan, y, Abram se queja a Dios
“No me has dado hijos, y, será mi criado Eleazar, quien me herede”, siente que su estirpe desaparecerá, no hay rechazo, simplemente expone su problema
Y, Dios le responde, “No te heredará tu criado, al contrario un hijo tuyo, salido de tus entrañas ese te heredará”, y, Dios como si fuese uno más hace un pacto con Abram, como se hacía entonces
A veces se puede caer puedo car en la tentación de la resignación ciega que no conduce a nada, al menos a nada bueno, que tantas injusticias aguanto, olvidando que no es rebeldía “preguntar a Dios”, buscar en Él consuelo, él nos dará la respuesta, por los caminos que Él elija, sabiendo siempre que es Él único que nos ama, porque sí
“dijo le Sarai ahí tienes a mi esclava, entra a ella, y, tenga yo hijos por ella”
Abram se encuentra con la queja de su esposa, esta se tiende frustrada como mujer, no pudo traer al mundo un hijo de su esposo, ha fallado, solo hay un medio, que Abram tenga relaciones con la esclava, que es una propiedad de Sarai, quede encinta, de a luz en las rodillas de Sarai, y, así el niño será hijo de Abram, y, Sarai, pues Agar no cuenta es sólo una esclava una propiedad. Agar es la primera madre de alquiler y biológica a la vez, y, es una esclava, pero sigo con Abram. Dios le ha prometido una descendencia, pero no le ha dicho como, en la mente de Abram nada hay de malo en lo que va hacer, aunque sea el abuso hacia una persona que no puede decir que “No”, y, asi Abram engendra su hijo Ismael
Abram ya esta satisfecho, va ser padre, el hijo de Agar es don de Dios, pero no acaban sus problemas
Agar al verse encinta se cree ya señora; y, falta al respeto a su ama, esta se queja, y, Abram deja a Agar en manos de su esposa que la castiga lo que motiva su huída
Abram no hace nada, no va en busca de Agar, pero Dios la devuelve al hogar, con una promesa que guarda en su corazón, y, nace Ismael
Pero Dios aún no ha dicho, la última Palabra
Abram lleno de gozo, agradece a Dios el nacimiento de Ismael, “Que viva siempre en tu presencia Ismael”
Y, Dios le anuncia, que su pacto lo establecerá con el hijo que le parirá Sarai, Sarai la estéril, la vieja, Abram no duda del poder de su Amigo, pero no entiende como puede ser, y, pregunta, o mejor exclama lleno de gozo. “Así que una nonagenaria, va a parir, y, un centenario a engendrar”, y, Dios le responde con otra pregunta. “¿Hay algo imposible para El Señor?”
Abram sabe que no, su esposa será madre, porque para Dios no hay nada imposible
A veces yo puedo sentir que es imposible cambiar, mejorar, que uno ya no puede dar frutos, porque es viejo, no hablo de edad, “viejo de espíritu”, cansado, y, de pronto, “Dios le anuncia, lo mismo que a Abram, que va dar fruto, no porque de repente sea más listo, sino, porque para Dios no hay imposibles, y, con él, todo es posible
Los tres viajeros
Un día Abram, vio llegar tres hombres, y se dirigió a ellos como si fuese uno solo, “Te ruego que si he hallado gracia a tus ojos, que no pases de lejos, junto a tu siervo”, luego ordeno a sus criados y, a su esposa Sarai, que preparasen un cabrito, leche cuajada, leche, y, queso y se lo sirvieran junto con agua, para que se lavasen los pies
Los tres comieron bajo la sombra del árbol, mientras Abram permanecía de pie, actitud del criado del siervo, Abram se mantiene a distancia, no come con ellos, porque son El Ángel de Yhv, es decir el mismo Yhv, el mismo Dios, y, el hombre aún no puede entrar en su intimidad
De pronto uno de ellos, ¿Tal vez él que un día dirá, Abraham se alegró pensando en ver mi día me vio, y, al verme se alegró?, creo que sí
“cuando vuelva de aquí a un año, volveré, y Sara, ya será madre, Sara se ríe, pensando en su vejez en su esterilidad, pero el extranjero la corrige diciendo, por qué te ríes Sara, hay algo imposible para Dios, ella niega haberse reído, pero el extranjero replica, “sí que te has reído”
Abram, ya es Abraham va ser padre
Abraham intercede
El Señor, uno de los viajeros anuncia el castigo sobre Sodoma, y, Gomorra y las otras ciudades de la Pentapolis, Abraham intercede
“Señor, si hubiera 50 justos en la ciudad los exterminaras con el culpable, lejos de Ti obrar así, que sea el justo como el culpable, el Juez de todos no va hacer justicia”, y Dios le responde, si hubiese 50 justos, no la destruiría, y se inicia un regateo en él que Abraham llega a la cifra de 10, llegara el día en que Dios por un solo Justo, perdonará a todo él que quiera ser perdonado
Aquí la enseñanza esta en Abraham que podía haber pedido solo por su sobrino, pero lo hace por los desconocidos, no ruega es cierto por los culpables eso lo hará, un descendiente suyo, Jesús, seguramente, él mismo que habla con Él, cuando se haga hombre
El deber de interceder de orar por los demás
El nacimiento de Isaac
Nació Isaac, con gran alegría para Abraham y Sara, fue circuncidado a los ocho días, como le había mandado Dios, para que llevase en la carne su marca
Pero Ismael maltrataba a Isaac, y Sara pidió a Abraham que los echase fuera, y, Abraham tras discernir en la oración, despidió a la esclava y a su hijo
El sacrificio de Isaac
“Dijo Dios a Abraham toma a Isaac tu hijo único y tan querido, sube con él al monte Moriah, y, ofrécemelo en holocausto sobre uno de los montes que Yo te indicaré”
Abraham tomo a su hijo, y, marcho con el hacia el monte que el Señor le había indicado, antes de subir al monte, dijo a los sirvientes que lo esperasen que subían adorar con el muchacho, luego volvían.
Aceptando que en este caso Abraham confundió su voz interior con la de Dios, procedía de un pueblo donde eran normales los sacrificios humanos, o que Dios quiso jugar un poco con él, aquel “tu hijo único”, enlaza con el Ev, de Juan, tanto amó Dios al mundo, que le dio a su único Hijo”. El caso es que Abraham no duda, no es que le fuera fácil no duda sabe que por encima de todo, Isaac pertenece a Dios
Que diferencia con esos padres y madres que impiden a sus hijos vivir la vida a la que Dios los llama.
Y, sin llegar tan lejos, cuantas veces me cuesta dar a Dios lo que me pide.
Abraham es cierto mintió alguna vez, pero en este momento no cuadra, además el Espíritu Santo, por Pablo lo atestigua, les dice que van a volver, porque sabía que Dios podía resucitar a Isaac
Abraham sabe que lo que se da a Dios nunca se pierde
El ángel del Señor detiene el sacrificio
Dios aparece entonces y le ordena, “Detente Abraham, no hagas caso al muchacho, porque he visto tu obediencia y añadió…Por haberme tu obedecido, todos los pueblos serán benditos, en Uno que nacerá de Ti, en ti se bendecirán todos los pueblos”
El sacrificio de Abraham, su obediencia ahora al detener el cuchillo sobre su hijo, es causa de que hoy nosotros seamos benditos
Pero no se queda ahí la enseñanza va más lejos, la enseñanza que hoy le encuentro yo, es que al descubrir que lo que estábamos haciendo como sacrificio era una barbaridad que iba contra lo que Dios es, debemos dejarlo.
Muerte de Sara
Murió Sara, y, Abraham la enterro, compró para ella una tumba, no acepto regalo
Poco después mando a su criado Eleazar a buscar esposa para su hijo, este regresaría con Rebeca,
Tomo Abraham otra esposa Quetura, y, otras concubinas, y, al fin se durmió.