Nuestra lengua debe ser espada afilada para combatir el Mal
No debemos andar con lo políticamente correcto, ni tener cuidado de no ser maleducados, la educación a veces sobra
Tenemos que llamar al pan, pan, y, al vino, vino, y, a la mierda, mierda, y, al crimen, crimen
No tiene que hacernos dudar, si alguien se va escandalizar, o asustar o, nos va rechazar
Ni lo que digan en contra los bien pensantes, aunque sean hombres y mujeres de iglesia, que no de Iglesia, aunque piensen que lo son
No, podemos ni debemos callar la denuncia del Mal
Pero ojo, estamos contra el Mal, no contra el que lo comete, de ese, nos compadecemos, porque nosotros también hacemos mal, y, sólo Dios sabe, porque no somos iguales, o peores, y, la parte de culpa que tenemos en el mal que el otro hace
Por eso también hemos de aceptar se nos hable, con lengua afilada, que no quiere decir insultos, sino la verdades del barquero.