Dios es quien dispone el bien que hemos de hacer
No, somos nosotros los que decidimos el bien que vamos hacer, de hecho, cuando lo haces, siempre hay algo que lo frustra
Bueno en primer lugar el bien que hemos de hacer es observar nuestros deberes y obligaciones con Dios, con nosotros mismos, y, con el prójimo, y, el resto de la creación
Así la mamá de familia primero tiene que alimentar a sus hijos, antes que a los niños de caritas, eso sí, alimentar no cebar
Después vienen las situaciones que Dios nos pone delante para que le ayudemos al ayudar al prójimo, y, las hay siempre, unas veces más o menos heroicas, pero la mayoría serán ordinarias, desde incluir y pedir por esa persona que nos vino a la mente en la oración, a hablar con la vecina que viene “ a molestar” justo en lo mejor de la novela, quedar con los niños de los vecinos, para que puedan tener una cena romántica, o, ceder el paso en la cola del súper, o mejor aún, ignorar voluntariamente que se te han colado, pequeñas cosas
Otras veces puede que haya otras mayores, velar al lado de un enfermo en su casa, o en el hospital
A lo mejor escuchas un día una voz interior que te impulsa a darlo todo en limosna e irte al desierto, a las misiones
Pero no te quedes esperando, porque si no, escuchamos la voz que nos pide esos pequeños favores, no vamos oír cuando nos mandé si nos manda al desierto
Mejor hacer el bien que Dios nos pone delante ahora, mucho o poco, lo otro ya se verá si se ve