¿Pienso que me “ha salvado mi ídolo particular, hago de Dios un dios?
Es decir estoy convencida de que estoy salvada, porque cumplo unos ritos, vacíos, porque digo unas palabras muy bonitas, pero huecas para mí, porque me creo y tengo por superbuena, porque comercio con los Sacramentos
Porque tengo más formación que otros, porque conozco la vida de San Fulgencio de arriba, y, de San Petronilo de abajo
Porque le pago a dios cuando me obedece, y, hace lo que le ordene, en lo que con poca vergüenza llamo, “oración”
Sí, es así, estoy enteramente errada, y, el dios al que doy culto, por mucho que lo cobije bajo imágenes cristianas no deja de ser un ídolo, que yo me he fabricado, también los judíos llamaron “Yhv”, al becerrín
Pero si tiemblo de mi misma, si, reconozco que no sé nada, que soy menos que nada ante Dios, que puedo acabar condenada, no por Dios, por mis tontas decisiones, si cada vez que hablo de Dios, le pido perdón, por haber hablado de lo que no sabía, si reconozco que no tengo méritos, que todo lo hago mal, y, que sólo hay 1 Salvador Jesús, no, yo, de nadie, ni de mi misma
Si he aprendido que a Dios nada le puedo dar, porque todo lo que tengo es Don suyo. Entonces he empezado a andar el Camino, pero sabiendo que puedo trastabillar y acabar fuera