Arte en La Coruña año 1995
Botello. El 15 de junio de 1995 visite en el Kiosco Alfonso de mi ciudad la exposición de este pintor. Que se inscribe en el impresionismo y el figurismo, tiene también cierta tendencia naif, y, una cosa que hace inconfundible su pintura, la utilización de tonos chillones pero con poco brillo, las caras de las figuras están todas llenas de tristeza, tal vez la que el pintor llevaba por su exilio, en sus cuadros hay muchas niñas y niños, como si quisiera evocar su infancia, otra característica es que dibuja las caras, como lo haría un niño, excepto el retrato de Olga, la forma de los rostros es una bola redonda mal hecha, un cuadrado, o, un rectángulo que sale del cuerpo. Y, unas patas de pájaro pintadas por un niño.
Manierismo
Esta exposición la visite en La Fundación Pedro Barrie de la Maza, por primera vez el día 29 de junio, se trataba de oleos pintados sobre tabla, la mayoría de temática religiosa, de los siglos XV al XVI, procedentes de Portugal, de pintores como Padilla, Almoiras, etc. la característica de estos cuadros con tendencia al tenebrismo, es que sus figuras son estilizadas, alargadas, personajes delgados, sus rostros sin llegar a la forma de los personajes del Grecos, se le aproximan bastante, los rostros ovalados, y, los cuerpos asimétricos, son vivos da la impresión de poderlos tocar, en todos hay una gran melancolía o tristeza.
Targotico
En la misma sala, contemple una exposición de esculturas de diversos museos de Galicia y Portugal, entre ellos el de Orense, entre los que destacaban, las tallas de “Las tallas de La Virgen con Santa Ana, y, el Niño”· de la que existen 2 piezas, San Juan Bautista, un busto de Santa Paulina” estas esculturas, que están saliendo del gótico, tienen una característica común, sus caras rechonchas, como de alegres campesinas gallegas, pequeñas de cuerpo, había también dos “vírgenes de la esperanza”.
Están talladas en piedra de anca, la mayoría son obra del mismo escultor, él que hizo el sepulcro de Pedro de Andrade, que se halla en La iglesia de San Francisco de Betanzos
Otras exposiciones el mismo año Kiosco Alfonso, Sala de exposiciones de Riego de Agua ( ya desaparecida hoy en el 2019)
Francisco Llorens
Pintor coruñés muerto en 1948, vivió un tiempo en Holanda. Se caracterizó por pintar lo que veían sus ojos, es pintor realista pero con tendencia al impresionismo, usa colores fuertes, pero no chillones. Sus cuadros tienen una gran perspectiva, mucho fondo, luminosidad, destacaría 3, “El castaño”, que representa un bosque y al fondo un árbol, que por lo visto es un castaño, las casas al fondo, y, una campesina tendida a la orilla del árbol, mientras se ve un sendero iluminado por los rayos del sol. El 2º, “El puerto de La Coruña” (un puerto que yo no conocía, me refiero al pintado, como coruñesa claro que conozco el puerto, puerto que nos desgraciaron). En el cuadro se ven barcos y veleros antiguos en un día de niebla. El 3º el retrato de una mujer gallega.
Eva Llorens
Hija del anterior, sólo me gusto el desnudo que tiene cierta tendencia al figurismo, el resto no los entendí. Vaya por delante que me gusta el arte, no todo, pero que no entiendo de arte.
Juan Acuña
Escultor gallego, cuyas obras están llenas de expresividad y de vida, cada una encierra el germen de una historia, un cuento, una novela. Son figuras simples sencillas, y, por eso mismo son grandiosas reflejan, la vida de Galicia, su miseria y su riqueza. Destacan, “hoxe caldo” ( hoy caldo), “maternidades”, “ollando”,(mirando)
Coria
Domingo 5 de agosto de 1995, en la sala de Riego de agua. Exposición de esta pintora ibicenca. Un estallido de flores, y, colores en oleos y acuarelas, para mi con “un defecto”, demasiado colorido, demasiada perfección. Coria no pinta, fotografía, no hay vida en sus cuadros, sólo apartaría 3, “el techo”, en este el cuadro tiene “vida, profundidad”, da la sensación de que va caer de un momento a otro, se nota que es un lugar que ya nadie, habita, se capta el abandono.
El segundo es el titulado, “resaca”, que muestra una playa de Levante, en un día de tormenta, las olas dan la impresión de que se están moviendo. El cielo parece oscurecerse por momentos.
Por último el titulado “calle”, en el que se ve una casa en un callejón, pero da la impresión de que se puede entrar dentro.
Transcripto en Monforte de Lemos el 27 de junio de 2019, a los 24 años de los hechos narrados