martes, 30 de julio de 2019

Saber contemplar, hallar a Dios

Saber contemplar, hallar a Dios

Es dejar que El Espíritu Santo te lleve, y, admirar a Dios, y, escuchar su Voz silenciosa en ese Libro escrito por El mismo, la creación, es adorarlo, admirarlo y alabarlo en el mar, en los ríos, en las cumbres, en los valles

Metáforas del mismo ser humano

En la mansedumbre, y, bravura de sus criaturas los animales mal llamados  irracionales

En los árboles, en las flores

En los fenómenos meteorológicos, lluvia, viento, granizo, tormenta, rayos…

En la vida que se gesta por su Mano en el útero de una madre

En los niños inocentes

En los viejos arrugados

Saber ver allí a Dios, como en la Hostia consagrada, y, sencillamente adorarlo desde el corazón, sin pedir sólo admirar, y, alabar.