martes, 30 de julio de 2019

Dejar hacer a Dios

Dejar hacer a Dios

Dejar hacer a Dios, no es tumbarse a la bartola, y, esperar inútiles milagros, del tipo que sean

No, muy al contrario, es ponerse enteramente en sus Manos, como hicieron, María, José, Jesús, firmarle un cheque en blanco, y, hacer todo lo que nos pida, y, aceptar todo lo que viene de su mano, aunque no se entienda, y, se admiten protestas, no blasfemias

Es aceptar que Dios por medio de las causas segundas, cambie tus planes, aceptar el éxito y el fracaso, y, no querer el éxito si exige ir contra su voluntad explicita

Es luchar contra la enfermedad, con todos los medios que la buena ciencia, pone a tu alcance, pero también poner esa enfermedad en manos de Dios, sin cadenas de oración, ni tontos sobornos, como si Dios  necesitará algo tuyo, o mío

Es luchar contra el Mal, y, pedir a Dios por ello, pero no desanimarse, si al dia siguiente, todos los malotes no se van de misioneros

Es luchar contra el Mal en uno mismo, pero no desanimarse, si vamos de caída en caída

Es dejar que Dios que no tiene tiempo ni reloj, siga a su Aire, que es el Viento del Espíritu Santo

Es imitar a María, a Jesús, a José, ellos fue lo que hicieron