martes, 23 de abril de 2019

Somos los extranjeros hechos familiares del Señor, apacentadores de su pueblo







Somos los extranjeros hechos familiares del Señor, apacentadores de su pueblo

Somos los extranjeros hechos familiares del Señor, apacentadores de su pueblo, somos los que no éramos pueblo y hemos sido hechos Pueblo en el Señor, somos los que no éramos nada, y, hemos sido hecho, familia de Dios

Para apacentar a su Pueblo, que somos todos, para con nuestra vida testimoniar el Amor que Dios nos tiene, el Amor de Dios a todas sus criaturas, para gritar con nuestra vida y nuestras palabras que Cristo vive, que Dios lo ha resucitado

Somos los herederos del Viejo Israel, para despertarlo también, mejor dicho, para que Dios moviéndolo a celos por nosotros, los acebuches, injertados en el Olivo, los no pueblo hechos  mi pueblo, los despierte, y, reconozca, al que Dios les envío, Jesús el Cristo, el judío que nos salva a todos, y, sin Él cual nadie se puede salvar