Dios me pide que hable, no que me
hagan caso
Ante injusticias como los ataques
a la familia
El desprecio al exiliado, al
inmigrante por ser de otra cultura, de otra religión
El insulto al cristiano de otra
Iglesia
Los ataques al Vicario de Jesús
Los ataques a la vida, con el
aborto criminal, la eutanasia, la pena de muerte
Las dictaduras como Venezuela, Corea comunista, China etc
O, el querer sacar a los indios
de sus tierras
Dios me pide que denuncie, que
muestre mi rechazo, si puedo impedirlo directamente en primer lugar, pero si no
me pide que denuncie, que “hable”
No me pide que me hagan caso, ese
no es mi problema es de otros
Un refrán judío dice, “malditos
los perros que no saben ladrar”, por eso la orden de Santo Domingo, se llaman
dominicos, los perros del Señor
Porque el perro ladra avisando de
que entro un intruso, no se preocupa de si hay que llamar a la policía o poner
la cafetera al fuego
Tú y yo lo mismo, si no, nos
hacen caso
Nosotros habremos ladrado como
perros del Señor
Ladremos pues, es decir hablemos,
en el amplio sentido de la palabra, no, nos escudemos en un, “no va hacer caso
nadie”, eso dejémoslo al Señor