jueves, 18 de abril de 2019

No hay reconciliación sin sacrificio






No hay reconciliación sin sacrificio

No hay reconciliación sin ningún tipo de coste, cuando una amistad se ha roto, se ha resquebrajado en cierto modo, no se soluciona con un mero lo siento, el que ha causado la ruptura, tiene no que compensar, pero si manifestar de algún modo que le pesa, y, eso tiene que ser algo que le cueste

En la ruptura con Dios en el pecado, nada hay que podamos dar, pues todo lo que tenemos es de Dios, incluso cuando estamos alejados, no perdemos la condición de criaturas, y, no es que Dios precise, es que lo exige la justicia, y, nuestra propia dignidad, nada hay, los judíos antiguos ofrecían animales, pero sabían bien, que eso no vale para nada, Dios no come animales

Gracias a Dios, el mismo soluciono nuestro problema, por medio de un hombre cuyo Sacrificio acepto, y, ese hombre se apropia de nuestros actos, si le dejamos y queremos, los  hace suyos, y, eso sí podemos ofrecerlo a Dios y él lo acepta y nos reconcilia consigo

Porque ese hombre es su Hijo, no Hijo adoptivo, Hijo natural, pues además de ser hombre es Dios, la Segunda Persona de la Divina Trinidad

Y, eso es lo que sucede en La Misa
Y, en cada sacramento, pero de modo especial cada vez que recibimos el sacramento de la Penitencia