El Bien mostrará su triunfo
definitivo
El Bien ya ha vencido, lo hizo un
viernes santo, el primer Viernes Santo; y, lo confirmo el primer día de la
semana, el Domingo, el primer Domingo de Pascua
Pero el propio Bien, porque el
Bien es Dios no quiso que su triunfo fuera conocido plenamente, dejo que el
mal, pensará que había vencido, en realidad lo dejo herido de muerte, para que
nosotros pudiésemos asociarnos a su lucha
Y, así ahora cuando de la Mano de
Jesús decimos “No a la tentación”, el
Mal es vencido por el Bien, Dios vence en nosotros
Cuando el odio es derrotado
Cuando en lugar de armas, se
exporta cultura
Cuando en lugar de ayudar a
morir, se ayuda a vivir
Cuando a las madres se les
ofrecen ayudas para serlo, no medios para ser madres asesinas
Cuando en el otro no se ve, una
raza distinta, un creo distinto, una idea política distinta, un sexo distinto,
una orientación sexual distinta, una clase social distinta, sino que se ve solo
a un ser humano, se ve al propio Jesús, el Bien vence en nosotros al Mal
Pero aún siguen los latigazos del mal, el hambre, las catástrofes
naturales, la muerte
Pero va llegar un día, que sólo
Dios conoce, y, quien diga lo contrario miente, es un falso profeta, en que
todo eso desaparecerá, no habrá muerte ni llanto, ni luto, si asoman lagrimas
Dios mismo enjugará nuestros ojos
Lo dice, lo garantiza el mismo
Dios
Pero para ser parte de ese
Triunfo definitivo en ese día
Hemos de empezar por. Luchar
contra el Mal, aquí y, ahora