El dedo de Dios Juan Pablo II, Francisco
Un artículo de Religión digital,
con el que no estoy de acuerdo, dice que Juan Pablo II condeno, maldijo a
Ernesto Cardenal, creyéndose el dedo de Dios, y, Francisco le levanto la
condena la maldición en el Nombre del Dios que perdona
Qué tal si nos dejamos de
papolatrías
Juan Pablo II suspendió a Divinis
a un sacerdote llamado Ernesto Cardenal que lo saludo de rodillas, en un gesto
más cara a la galería, que de sumisión y, humildad, y, esto lo digo porque el
mismo Cardenal dijo años más tarde lo dolido que se había sentido, pues se
había hasta sacado la boina
A mí tampoco me gusto la actitud
de Juan Pablo II, que como todo ser humano es falible, no me pareció mal que lo
suspendiera a divinis que fue lo que hizo, no lo maldijo, no lo condeno,
simplemente le dijo, “Tiene usted que arreglar su situación con La Iglesia”, y,
es que un sacerdote no puede ejercer su ministerio, y, ejercer la política, y,
Ernesto Cardenal era ministro del gobierno sandinista, gobierno que iba llevar
la justicia a Nicaragua, y, ahí la tienen
Lo que hizo mal Juan Pablo II,
fue reprenderlo en público, la reprensión debió ser en privado
Ahora el Papa es Francisco, y, no
ha levantado condena porque no la había no ha sacado la maldición, porque no la
había, simplemente ha levantado la suspensión a divinis, porque tiene autoridad
para hacerlo, lo mismo que la tenía Juan Pablo II, Ernesto Cardenal ya no es,
un ministro sandinista, es un cura viejito, ya no había motivo para que
siguiera la suspensión
Y, no hay necesidad de aludir al
Dedo de Dios en ningún caso, vamos me parece.