Quien rechaza a Dios rechaza la
vida.
La persona que rechaza a Dios, y,
no me refiero al ateo, ni al agnóstico porque muchas veces estas personas, lo
que rechazan es un falso concepto de
Dios, es decir rechazan un dios que les han transmitido y, hacen bien porque
ese dios es falso
Sino a la persona que rechaza a
Dios, al Dios de Jesús
Y, quien lo rechaza
Quien rechaza a su Iglesia una
vez conocida
Quien confunde a Dios con la
parte humana de la Iglesia
Quien piensa que Dios es su
criado
Quien rechaza La Palabra de Dios,
porque limita el poder de Dios, Dios puede hacer lo que el cerebro de mosquito,
de quien lo rechaza le permite
El que vive en contra de su Ley,
haciéndose él mismo su propia ley
Él que se cree con derecho a
cambiar La Ley natural
El que manipula la Palabra de
Dios
Él que va a Dios cuando le
conviene haciendo de Dios un ídolo
Cada vez que pecamos gravemente,
rechazamos a Dios, pero sin embargo si el pecado no fue contra la fe, ni la
esperanza, aun suele quedar una aceptación de Dios, esa aceptación, es el saber
que hemos obrado mal, de ahí por gracia nacerá el arrepentimiento
El problema está en cuando
pensamos que es Dios quien debería cambiar, o su Iglesia porque Dios nos da la
razón, es lo que torpemente por ejemplo piensas las católicas pro choice
La solución está en no dialogar
con la tentación, pero si caemos no dialogar con el pecado, nos acabaremos
convenciendo de que salvo nosotros Dios, La Iglesia, La Biblia están errados.
Y, con ello rechazaremos al
verdadero Dios, para hacernos nuestro becerro de bolsillo, pero como sólo el
Dios viviente da la Vida, habremos rechazado la vida, la Vida que no acaba, nos
quedaremos con la vida animal, peor aún si no rectificamos ayudados por la
Gracia con la vida infernal, pero como es incompatible vida e infierno, con la
muerte eterna.