viernes, 12 de abril de 2019

María antes de la Anunciación

María antes de la Anunciación

De la vida de María antes de La Anunciación no sabemos nada, todo es hipótesis no estuvo en el Templo, porque no existía en el Templo judía, un digamos “internado de señoritas”

Su vida tuvo que ser como la de cualquier niña judía, con la diferencia de que ella aunque no lo sabía era ya santísima, y, la gracia seguía creciendo, sus padres la prometerían con José, seguramente pariente, sobre todo, para conservar el nombre de la Tribu y de la Casa, algo asi apunta el Libro de los Números, así que María sería de la Casa de Juda y de David, como José, que el Evangelio de Lucas lo omita, cuando no lo hace en el caso de Isabel, hace pensar que así era

Los católicos y los ortodoxos creemos que María es Virgen perpetua, es  dogma de fe

Pero lo del voto no forma parte del dogma, pudo haberlo si, pero no a los 3 años, no era una marciana

Y, desde luego si lo hubo tuvo que ser con José, es decir ambos tuvieron que hacer el voto, si es que lo hicieron de renunciar a sus derechos sobre el otro, sobre el débito conyugal, para así pasar por estériles ante el resto del pueblo, y, que Dios cuando quisiera enviara al Mesías, sería un sacrificio callado y oculto que nadie más que Dios conocería, muy del estilo de ambos jóvenes

María no renunciaba a la sexualidad matrimonial, porque lo viese algo malo, a la de sus padres y a Dios debía la vida, si fuese así, sería una enferma mental, y, es la persona humana más equilibrada

Pero también es posible que no hubiese voto, y, María pensase en casarse y tener muchos niños, si Dios así lo quería

Y, que su pregunta a Gabriel quien por cierto le anuncia la elección cuando ella no vive aun con José, pudiera tener el sentido de ver si tenía que adelantar la entrada en casa de su prometido

Eso sí, una vez que Ella acepta, María queda convertida en La Verdadera Arca de La Alianza, y, José su esposo sabe, que quien toque el Arca Santa merece la muerte

Además el Señor ya lo dijo por Ezequiel 
“Entonces el Señor me dijo: "Esta puerta permanecerá cerrada. No será abierta, y nadie entrará por ella, porque el Señor, el Dios de Israel, ha entrado por ella. Por eso permanecerá cerrada. “Eze. 44, 2