sábado, 6 de abril de 2019

Conocer a Dios no es amarle?



¿Conocer a Dios no es amarle?

Así titulaban su escrito unos bloguistas en Religión en libertad, firman como los 3 Mosqueteros, y, suelo leerlos porque me gustan, decían que uno puede conocer a su mujer y no amarla, pues sí; bueno tampoco en realidad no amamos como debiéramos a los demás, porque no los conocemos profundamente, algo imposible, al ser imágenes de Dios.

Pero es que aquí no estamos hablando de un ser humano genial, sino de Dios del enteramente Otro

Para empezar hay que dejar claras  3 cosas, que a estos buenos amigos se les paso por alto

Primero conocer a Dios no es ser Doctor en Sagrada Teología, tener muchos conocimientos, datos sobre la divinidad

Segundo conocer a Dios tiene relación, con la palabra “conocer” en La Biblia

Tercero exceptuando a Jesús, ningún ser humano puede conocer a Dios en esta tierra

Y, ahora empiezo a desarrollar lo que he puesto arriba

Nuestros conocimientos sobre Dios siempre serán imperfectos, pues Dios es infinito, nosotros finitos, y, como decía mi querida viejita, “la madrina Obdulia”, no se puede meter La Habana en Juana Bacoa, o como le dijo el ángel a Agustín, no se puede meter el océano en un agujerito, en la arena. Por eso el mismo Agustín dice, que después de hablar sobre Dios tenemos que pedir perdón por lo que hemos dicho, pues nada de lo que dijimos es cierto, y, al hablar de nuevo tenemos que decir lo mismo, porque es la verdad que conocemos, o como dirá San Pablo, nuestro conocimiento es imperfecto, por eso un teólogo puede ser mucha teología sobre Dios, muchos datos, pero no lo conoce mientras que una mujer o un hombre analfabeto que vive en Gracia, si lo conoce, imperfectamente, pero si lo conoce

Conocer a Dios tiene relación con la palabra “conocer” en La Biblia, y, en la Biblia la palabra conocer se usa para referirse al acto sagrado en intimo por el cual los esposos se unen para manifestarse su amor mutuo, y si Dios quiere crear vida, esto los místicos lo entendieron muy bien, y, Teresa de Ávila lo expresa en el Castillo interior o las Moradas, es una unión tan estrecha del alma con su Creador, que es como si fueran uno solo, en la que el alma percibe a su Creador lo siente, y, goza de todo en Él lo “ve”, como dirá Pablo o mejor como dice El Espíritu Santo, ahora vemos como en un espejo, entonces conoceré como soy conocido, porque Dios ya esta unido a nosotros, vive en cada uno, pero nosotros como meras criaturas no estamos unidos a Él

En la tierra exceptuando a Jesús, ningún ser humano puede conocer a Dios, porque en la tierra Dios sólo nos muestra su espalda, es decir lo vemos en su creación, pero la creación sobre todo la que llamó su imagen a veces empaña esa figura divina, lo vemos en la conciencia, pasa lo mismo, lo vemos en La Iglesia, ahí esta como la hemos puesto, lo vemos en los santos, si pero no todo en ellos fue santo. En La Biblia, pero está escrita por seres humanos, solo en Jesús vemos a Dios, pero es que en Jesús que además de un buen chico es Dios, la divinidad al leer los Evangelios se nos da envuelta en la carne, en la humanidad

Por eso, en esta tierra salvando gracias extraordinarias que en momentos Dios haya concedido a alguno de sus hijos, no podemos conocer a Dios, y, él que diga que sí, porque sabe un montón de cosas, tenga cuidado porque se ha fabricado un ídolo

En el Cielo que como todo el mundo sabe, no es un lugar sino el mismo Dios Uno y Trino, si conoceremos a Dios, como somos conocidos por Él, lo conoceremos en Jesús, cuyo Cuerpo glorificado ya no oculta la divinidad, estaremos unidos a Él como Él está unido a nosotros, serán las bodas eternas, y, dado que Dios es Amor, al estar unidos al Amor no podremos más que amarlo. Pues su Amor penetrará cada uno de nuestros poros glorificados

Mientras  podemos ensayar y amar a Dios es cumplir su voluntad, y, cumplir su voluntad es conocerlo

Saber cosas, tener títulos de teología ayuda, pero sin la Gracia no vale para nada

Pues que Dios nos ayude a amarlo.

A.