viernes, 19 de abril de 2019

Aunque el sol se oculte tras nubarrones, sigue brillando







Aunque el sol se oculte tras nubarrones, sigue brillando

Hay días que amanecen oscuros, sombríos o que amanecen bien, pero de pronto el cielo se va cubriendo de negros nubarrones, el día se vuelve noche, sin embargo sabemos que tras  esos nubarrones el sol sigue brillando, y, los nubarrones se disolverán en una abundante lluvia, que lavara las calles, limpiara los caminos, regará los campos,  y,  a veces probará la paciencia del ser humano, y, su amor hacia otros seres humanos

En la vida pasa igual, hay momentos en que nuestra vida se llena de nubarrones, también en el terreno de la fe. Todo lo vemos oscuro, hemos llegado a un callejón sin salida, no hay que pensar sólo en noches oscuras, no cualquier contratiempo más o menos grave, cualquier escándalo, en quienes debían dar ejemplo. Los cristianos somos todos, un amigo que te falla, que te traiciona, que no te ayuda, la lista podría ser larguísima

Y, ves a Dios tan lejos, que llegas a dudar de su existencia, como dice Rosalía de Castro, “clame, y, clame, buen Dios ayudarme, tan alto que estaba buen Dios no me oía”

Pero si la oía, nos oye está a nuestro lado, dándonos fuerza, aunque la atribuyamos a nuestra calidad personal, está sufriendo con nosotros, como la Mamá que acaricia al bebé mientras lo vacunan, o lo pinchan, no despide al enfermero, ni al médico, que en el pensamiento del bebé sería lo que debería hacer, pero comparte el dolorcito de su hijito

A veces lo que pensamos malo no lo es tanto, y, Dios nos tiene reservadas cosas mejores, la traición del amigo, por ejemplo nos puede ayudar a comprender que no se puede hacer un ídolo de las personas, a dejar una amistad tóxica

Cuando menos lo esperemos volverá a lucir el sol en nuestra vida, volveremos a sentir a Dios a nuestro lado, y, si no fuera así, sabemos que esta, y, que tras esta vida nos espera su continuación en Dios, en lo que llamamos Cielo, donde Cristo es el verdadero Sol.