Dice Dios por Isaías. “La Palabra que sale de mi
boca, no torna a mi vacía, sino que hace mi voluntad”
La voluntad de Dios, es nuestra
felicidad plena, es decir nuestra vida con Él, único que puede colmarnos,
también a los que lo rechazan, por no tener ni idea, o ser pendejos, o las dos
cosas
La Palabra de Dios, no es La
Biblia, la Biblia la refleja en parte, La Palabra de Dios es su Verbo, es decir
su Hijo, y, este Hijo este Verbo esta Palabra, un día vino del Padre al útero
de una mujer, no a su corazón, lo siento devocionarios pendejos para pendejos,
el Verbo vino a vivir en la matriz de Santa
María, allí, por la acción del Espíritu encarno a sí mismo una
naturaleza humana, El Verbo se transformó en Jesús, Jesús es el Verbo de Dios,
el Hijo de Dios
Y, Jesús ya adulto, dijo. “Mi
alimento es hacer la Voluntad del que me envío, y, acabar su obra”
Estaba repitiendo lo que su Abba
había dicho por Isaías, y, la Voluntad del que lo había enviado su Padre Dios,
era nuestra felicidad nuestra salvación que iba llevar a cabo, a costa de su
propia vida, y, la obra de Dios es la creación, pero la creación no estará
terminada hasta que en todas las criaturas de Dios brille la perfección con que
fueron hechas, y, que el pecado destruyo, por eso, Jesús vino a destruir el
pecado, y, ahora nosotros tenemos que continuar su misión pues somos parte de
su Cuerpo