El desierto nos hace optar, Dios o los ídolos; adoración o blasfemia, Dios o satán
Lo vemos en los profetas, en Juan B, y en Jesús, el desierto, no el desierto físico, sino ese desierto interior, ese alejarse del ruido del barullo, ese meternos en la soledad, en la sequedad, ese ir al Desierto, nos hace tomar partido
No nadar a dos aguas, no ir con componendas
Allí nos encontramos con Dios, que calla, que habla en el Silencio, que prueba nuestro amor, y con el Diablo que nos presenta un cuadro de colores, una vida hermosa, incluso para los demás si dejamos a Dios, y optamos por lo que “amablemente nos sugiere el Diablo”
Se nos pide optar, o caer de rodillas adorando a Dios, confesando que sólo Él es Señor, Sólo a Él debemos adorar, es decir entregarnos total y absolutamente.
O la blasfemia, es decir, “adorar a satán, aceptar su reino de muerte y mentira, acoger lo que nos da por el mundo, del que es príncipe”
No va venir el Diablo con cuernos que no tiene, sino con sus vestidura de ángel, fue ángel de Luz, aunque ahora y para siempre por voluntad propia lo sea de Tinieblas y Muerte.
Nos va sugerir una vida sin sacrificios, sin cruz, sin pruebas, una atención solo material sí nos apetece a los demás
Nos va hacer dudar del Amor y del Poder de Dios, aconsejándonos, sugiriéndonos lo pongamos a prueba
Para finalmente sí no tumbo en los anteriores combates, sugerirnos que cambiemos a Dios por él, que lo adoremos
No pensemos en satanismos no.
Pensemos en lo que vemos, o a lo mejor hacemos o hemos hecho.
Optar contra Dios y su Ley
Nos invitará a hablar con él
Solo debemos hablar con Dios, y al Diablo arrojarle La Palabra de Dios encima, ya la Ruhaj indicará como.
Es lo que hizo Jesús
A este Desierto no va uno, porque lo decida, y lo tenga en su agenda, es La Ruhaj quien te lleva, como llevó a Jesús.
A veces viene en forma de enfermedad propia o de alguien querido, de una injusticia sufrida o contemplada, también puede venir por el propio éxito. Por un acontecimiento imprevisto.
Unos más otros menos, pienso que todos los seres humanos tenemos en algún momento que ir al Desierto. Y Optar.