Creer apoyados en Dios en todo momento como Abraham; María, José, Jesús, Pedro...
Hay momentos en la vida, unos más otros menos, en que creer en la Presencia amorosa de Dios, en su cuidado, en qué está con nosotros, con uno se hace duro, y difícil
A veces el Tentador viene disfrazado, de gilipollas que habla de resignación, no la resignación no es cristiana, hay que aceptar que Dios nos sigue amando, y pedir le luz, y también patalear, para ver como solucionar la situación en la que estemos
Ningún mal, la enfermedad lo es viene de Dios, del diablo tampoco, pero somos limitados, criaturas y la naturaleza incide en nosotros, y nosotros mismos también, Dios respeta a todos los seres, la injusticia que podamos sufrir tampoco la quiere Dios, pero respeta la libertad de todo el mundo, y las consecuencias de nuestros actos Dios, no las impide porque nos respeta.
Es en esos momentos en los que hemos de apoyarnos en Dios, y orar con ganas y sin ellas, no para pedir milagros, sino para qué Dios nos revele y desvelé su voluntad, nos ayude a aceptar la situación, cuando no se puede salir de ella, salvo pactando con satanás; examinando nuestra conciencia, quejándonos. Orando con y sin ganas, ganas seguramente no tendremos, poniéndonos en sus Manos, para que haga en nosotros su Voluntad.
Recordando buenos tiempos de los que no hemos seguramente dado gracias
El problema es posible no se vaya, pero nos sentiremos en Paz
Como Abraham que se quejó a Dios de que no le había dado hijos, y es Padre de La Iglesia y de Israel
Como La Virgen que hablaba en su corazón con Dios, y que veía como Dios permitía que su Hijo tuviera que exiliarse siendo bebé, y muriese en una cruz
Como él mismo Jesús, que se vio abandonado de los suyos, que oró al Padre lo librase de La Cruz, y por obediencia al Padre, subió a ella, y en la Cruz oró con el Salmo 22 que empieza con una queja a Dios, pero termina en un canto de Fe y alabanza
Como Pedro que habiendo negado a Jesús, se dejo encontrar de nuevo por él, que lo anunció, y acepto la cárcel, y la muerte en cruz como su Maestro
Y aquí podíamos poner a todos los santos con título y sin él
A veces no será fácil la oración profunda, pero podremos acudir a la intercesión de María, esto siempre de José, de algún bienaventurado, pedir oraciones a los que con nosotros camina por esta tierra, a los que están en el Purgatorio
Si no podemos orar, sí podemos rezar el Padre nuestro
Incluso resumido, como jaculatoria
Padre hágase tu Voluntad en la tierra, como en el Cielo, es decir que se haga en mí tu Voluntad
Y, no nos dejes caer en la tentación, No me dejes caer en la tentación de creerme abandonado por Ti.