María y Eva
Pablo en La Carta a los romanos, hace un paralelismo entre el viejo hombre, que es Adam, por causa del cual morimos todos, y, Cristo el hombre nuevo, por causa del cual todos tenemos derecho a La Vida, y, en el cual somos reconciliados con el Padre,
Pablo no nombra ni a Eva ni a María, pero no hace falta, porque sus lectores conocen el Génesis, saben que Eva fue así lo dice el texto sagrado, ayuda para Adam, "voy hacerle una mujer semejante a él que le ayude", sabe porque lo dice también el texto sagrado, que sin Eva, Adam no hubiera seguido el consejo de la serpiente, y, comido el fruto de la muerte, es decir Adam preciso a Eva
Del mismo modo, Jesús preciso a María, la preciso para hacerse hombre, para ser Jesús, porque es Jesús a partir de La Encarnación, Encarnación a la que María pudo decir que "no"; gracias a la naturaleza humana, que Dios le da por medio de María, puede ser Mediador, puede redimirnos y reconciliarnos con el Padre. Lo mismo que Adam, preciso la ayuda de Eva, Jesús el hombre Jesús el Redentor, preciso la ayuda de María
Adan y Eva, mediadores de muerte
Cristo y María, mediadores de vida