domingo, 10 de mayo de 2020

Amemos a Dios porque él nos amo primero

Si Dios, no nos hubiera amado primero no podríamos amar, porque no existiríamos.

Dice San Juan, "Amemos a Dios, porque Él nos amo primero, a simple vista puede verse, como un detalle de amor agradecido, una persona me ama, y, me lo demuestra, pues yo le correspondo, amándola, y demostrándoselo. Y, Dios me amó al salvarme por medio de Cristo, ergo yo, debo amarlo.

Pero es erróneo, yo amo a Dios, o debo amarlo, porque él me amó, si no me hubiese amado él primero, yo no podría amarle, no podría porque no existiría.

El primer acto de Amor puro de Dios hacia mi, no fue redimirme, fue es crearme y mantenerme en el ser, Dios pudo no crearme, no me precisa para nada, Dios es plenitud, si los antiguos podían aducir en crear para poder amar a otro, Dios es plenitud de Personas, 3 Personas divinas, que son Dios cada una, y, son él único y eterno Dios, si es absurdo que una persona que vive con otras en compañía diga que quiere un perro, para que le quite soledad, en el caso de Dios, donde la distancia que hay entre cualquier ser creado, al creador es infinita, lo que no sucede entre el perro, del ejemplo y su dueño.

Así pues Dios no precisaba crearme para nada, y, es más vio todas mis  traiciones,  y, decidió hacerlo, me amó antes de yo existir, me sigue amando pues me conserva en el ser, me llama a la existencia,  ese es el primer motivo, por él que yo puedo amarle, porque existo gracias a él

Y,  no sólo eso, sino que él mismo en su Hijo, pago mis faltas, me dió su perdón me hizo su hija, por eso puedo amarle

Porque viene a mí, porque por medio de su Hijo, de su Gracia obra en mí, hace él bien en mi

Porque me ayuda a que le deje amar a través de mí, por eso puedo amar a Dios, y debo amarle, porque es el mismo Dios, Padre, Hijo, y, Espíritu Santo, quien se ama en mi, quien me ama, y, quien ama a través de mi.

Él principio y fin siempre de todo, a él toda gloria