martes, 12 de mayo de 2020

La Penitencia tras el covy 19

Creo que La Iglesia tiene el poder de perdonar;  digo esto al principio, porque quiero ir dejando bases para lo que voy a decir después

Así que primero confieso, que "Creo en el perdón de los pecados"

Segundo, sin necesidad de ser teólogo, ni doctor en eclesiología,  con formación de cristiano de a pie, todos sabemos que El Sacramento de la penitencia, ha sufrido transformaciones y cambios a largo de los siglos, la confesión como la vemos ahora, individual, secreta no fue siempre así, sucede como en el celibato eclesial, eso no es disposición cristólogica, es  disposición eclesial

Tercero. Decía San Juan Pablo II, creo que en Dives in misericorde;, que "La penitencia era el abrazo de Cristo, con el pecador"
Es el abrazo de Cristo, no el del cura

Cuarto si algo se puede hacer como excepción se puede hacer normal

Entonces  voy con la segunda parte

La Confesión merece respeto, no podemos profanarla, porque aunque de un modo distinto, también en ella, recibimos a Cristo

Entonces lo que importa es el perdón de Dios, su Amor, su Gracia, por mi parte, por parte del pecador, no las veces que lo hice o deje de hacer, además si la falta fue grave, la ruptura ya se dio la primera vez, no es como el chiste del que se va confesar, tras matar a su padre,, y, el cura le dice, "para absolverte, preciso hijo, que me prometas no hacerlo más, y, el penitente responde, se lo prometo señor cura, no va ser necesario, quedo bien muerto". El propósito de enmienda, tiene que ser visto como la lucha contra el pecado, lo que aleja de Dios en uno mismo, por buscar y dejarse encontrar por Dios

No la retahíla de pecados como si fuese la lista de la compra, lo que importa es que en mi examen ante Dios he visto que le he fallado a su Amor, por eso preciso su Abrazo, sus Mimos de Padre Madre, su perdón

Y, eso es lo que salvo la excepción de la perfecta contrición, o el bautismo de sangre, el martirio, me va dar La Iglesia por el Ministerio del sacerdote

Pero ahora un bichito pequeñito, muy amigo del señor ministro de sanidad que pide lo traten con respeto, ha metido cambios, y, la confesión tiene que ser en espacios amplios

Y, digo yo, en Los Dominicos de Coruña y en los jesuitas, ya se hace en Adviento y Pascua

Se ayuda  a completar el examen personal de cada uno con otro después de un momento de reflexión, ayudado por una corta homilía, cada fiel si quiere, y, esta arrepentido se va acercando a los sacerdotes, y, o bien dice, una sola falta, pero que las engloba a todas, o dice, "Perdóneme Padre, pecado"; no soy pecador,  porque eso, lo somos todos. El sacerdote  da la absolución

El otro es el que hacen en los jesuitas, los que desean recibir el perdón se arrodillan y el sacerdote da la absolución, si alguno quiere acercarse lo hace, y, dice simplemente he pecado

Y, para eso se pueden mantener las distancias

Él que perdona en último término es Dios, por medio de La Iglesia a la que representa el sacerdote, y, lo importante no es sí mentí 5 veces o si mentí,40, sino que siendo seguidora de La Verdad, que es Jesús, falte a la misma, importa mi quebranto de La Ley de Dios, y, Dios que sigue siendo Dios, no es un colega dolido, por mi faena, al confesarme pecador, me declara justo, en el Evangelio, no aparece nunca que Jesús haga listado de las veces que los pecadores que acogían metían la pata.
Porque quien importa es Dios, es su Amor

Por supuesto que siempre habrá casos en que uno precise, consejo, extenderse más, y, para ello deberá poder pedir cita con el confesor, para en privado exponerle sus motivos, y, por supuesto confesores formados, que sepan incluso derivar el penitente, es decir aconsejarle, ir a un psicólogo.

El Sacramento seguiría igual, el perdón igual.

Naturalmente quien lleva La Iglesia es el Espíritu Santo, y, Francisco su subalterno, como cristiana católica, mis opiniones y deseos desaparecen frente a las decisiciones del Papa, o los obispos en comunión con él

Pero dentro del respeto, y, el sometimiento a la autoridad y el magisterio pontificio, creo que sería bueno, que hubiera algunos cambios en este Sacramento, que todos hemos hecho muy rutinario.