La sal da sabor nadie la nombre se alaba el alimento, cuando hay de más se rechaza el alimento, y, se desprecia la sal, la luz no se ve, ilumina y nadie la nombra o muy poco, se dice, que bien se ve aquí, que claro, tal vez se diga “buena luz”, pero cuando deslumbra, se manda apagarla. Humildad de la sal y de la luz,, como de la levadura-
A nadie al probar un alimento dice, qué buena esta esta sal, la pobre sal sólo es nombrada si falta, o si sobra, con la luz y la levadura sucede lo mismo.
Cuando Jesús nos dice que tenemos que ser "sal, luz, levadura", nos esta diciendo que tenemos que actuar sin alharacas en medio del mundo, sin que se note, para que los hombres den gloria a Dios, no a nosotros, ser fermento que poco a poco va transformando el mundo y la sociedad
Pero los cristianos muchas veces hemos sido o lampara que no alumbra, o levadura que no fermenta, o sal que no sala, otras veces pretendiendo que el mundo fuera a nuestro gusto, nos hemos hecho rechazables, demasiada sal, un pan que solo es fermento es incomible, demasiado querer imponer nuestras verdades, aun siendo las de La Iglesia,, han cegado al mundo
Que Dios nos conceda aprender de estos 3 humildes elementos.