No sólo han de abajarse los
montes, han de alzarse los valles
El Señor lo dice por el profeta,
que se abajen los montes, y, se alcen los valles, ante el Señor que viene a
salvar la tierra
Los montes los soberbios, los
poderosos, los que se creen dueños de la verdad, del bien, de la justicia, los
que pisotean al pobre, los que legislan contra lo que Dios quiere, porque su
dios, son ellos mismos
Los que miran al otro desde su
pedestal de falso dios, y, por eso lo ven mal, porque miran desde su alto puesto, desde sus zancos, estos tienen
que abajarse hasta lo que son, hasta su condición de humanos de criaturas de
hijos de Dios como todos, para ver en el otro a un hermano, a la imagen de Dios
Pero los valles han de elevarse
Quienes son los valles, los humillados
Los que se humillan, confundiendo
humildad con humillación, la humildad es andar en la verdad, la humillación
solo ante Dios
Los que no estudian, no se
forman, no oran, porque eso no es para ellos, son indignos, como si hubiera
alguien digno
Los que son serviles con los
poderosos
Los que no defienden la Verdad,
la Justica, la vida, para no molestar ni ofender
Los que callan cuando deben
gritar
Los que se dejan pisotear
olvidando que son imagen de Dios, hijos de Dios
Esos han de elevarse hasta recuperar
su condición de seres humanos, de hijos de Dios, y, así el camino estará
nivelado, y, podremos encontrar o mejor dicho, dejar que Dios nos encuentre