Dios no dice en ningún momento
que, La Viña deje de ser suya, en el
castigo o precisamente por eso, sigue siendo suya.
En la parábola de los viñadores
homicidas, La Viña es Israel, no el –Estado de Israel, Israel, el pueblo judío.
Pues bien en ningún momento, dice que La Viña deje de ser suya, es suya, por
eso porque es suya, envía a buscar sus frutos, y, después la arrienda a otros,
la arrienda, no la regala, no la vende, castiga precisamente porque es su Viña,
su Pueblo
Israel, El Pueblo judío, sigue
siendo El Pueblo de Dios, porque los Dones de Dios, son sin arrepentimiento,
Dios no cambia, ahora Israel, el Pueblo judío, son las raíces de La Iglesia,
bueno y más porque la Cabeza es judía, la Madre de La Cabeza es judía, los 12
miembros más importantes, son judíos.
Pero es bueno que no olvidemos
que Dios no ha abandonado a Israel, sigue siendo su Pueblo, nuestra Raíz