Tú te compadeces de todos,
porque todo lo puedes, y apartas los ojos de los pecados de los
hombres para que ellos se conviertan.
Dios no es un censor, no mira nuestro pecado, nuestra caída,
esta pendiente de nosotros para levantarnos, nos tiende su mano, quien sigue en
el suelo, en el pecado, es porque quiere
Dios es como una mamá, que regaña a su pequeño, y, le dice
que deje la tijera, que la suelte que se va cortar, y, se la quita, pero cuando
el pequeño se hace con ella, y, se pincha no le importa la tijera, lo colma de
besos, le cura y le besa la herida, lo llena de mimos, Dios nuestro Dios hace
lo mismo con cada uno
“porque tu espíritu
incorruptible está en todas las cosas.”
Siempre estamos por suerte en presencia de Dios, que no lo
sepamos, no varía la cosa