Los discípulos de Jesús, los 12, no se encuentran plenamente
satisfechos con las oraciones rituales, cierto que tienen los Salmos, nacidos
en su pueblo, e inspirados por Dios, pero ellos ven orar al Maestro, y, lo ven
feliz.
Aunque ore, de pie, sentado con
la cabeza baja, de rodillas, siempre alejado
del bullicio, le brillan los ojos
de felicidad, y, ellos quieren que sea así también su oración
Por otro lado, les preocupa que sus
oraciones, sus peticiones no sean oídas, aunque el pueblo judío siente a Dios
cercano, aún lo siguen viendo como lo que es el Otro, algo que no le pasa a
Jesús
Por eso, le dicen
“Maestro enséñanos a orar”
Y, Jesús, les enseño el
Padrenuestro
Que acaba cuando se hace bien,
con la insatisfacción, pues nada, nos puede satisfacer más que llamar al Creador Padre
Que nos hace atrevidos
Pues nos declaramos “hijos de
Dios, y, hermanos de todos”
Que nos libera de preocupaciones,
pues todo, empezando por La Gloria de Dios, los bienes materiales y
espirituales los dejamos en las Manos del Padre
Por ello ninguna oración ni los
Salmos que le precedieron le igualan
Por algo, la dijo el Hijo para honrar al Padre