Dios torna nuestra flaqueza en
fortaleza
San Pablo hablando de una
debilidad que le ponía al borde del pecado, y, por la que oro, a Dios, nos
cuenta que Dios le revelo, que son su gracia, le bastaba, y, así Pablo,
confiesa que cuando se ve, débil es cuando es fuerte
Ahora bien, La Biblia no es un
libro de historietas personales, todo lo escrito para nuestra enseñanza fue
escrito, y, esto vale para todo, también en este ejemplo, Dios permite nuestra
flaqueza, para que con su ayuda nos fortalezcamos en la lucha
Por ejemplo
Sí uno va a la oración, sin
ganas, como obligación, y, hasta con sequedad, puede que sienta que ha perdido
el tiempo, pero no, al día siguiente, le vendrá seguramente la tentación de no
orar limitarse a rezar unas oraciones, o, ni eso. Pero Dios actuando con su
gracia, le recordará que debe orar, y, seguramente haga su oración con el mismo
resultado, pero ya hay algo que aunque no sepa ha conseguido, ha vencido su
acidia, la oración ha sembrado en él, aunque no lo haya notado
Poco a poco, puede que tenga
sequedad, pero la oración ya será una necesidad, como respirar, a lo mejor la
sequedad la tiene toda la vida, o, no, un día, descubre el Consuelo de Dios,
“lo siente”, pero si al otro día no pasa nada no se desanima: es más eso es una
prueba de que lo anterior no había sido su mente
Y, lo de la oración vale, para el
estudio, la formación, la ayuda a los otros, la lucha contra la lujuria, la
pereza, etc.
Reconocer el problema y con Dios
hacerle frente, eso es la Fortaleza