Circunstancias dolorosas se
convierten en fuente de crecimiento
A veces en la vida nos
encontramos con circunstancias de dolor que pueden ser de muy variados tipos,
y, de las que no siempre somos culpables, otras si, habrá de todo
Y, es en estos momentos cuando
Dios aprovecha para hacernos crecer maduramos como personas
Aprendemos a priorizar a no dar
valor a lo que no lo tiene
Aprendemos a orar, por lo pronto
aprendemos que Dios no es un títere ni una máquina tragaperras
Que está a nuestro lado, aunque
no lo veamos, ni lo notemos, pues si no, no aguantaríamos
Conocemos a los que de verdad son
amigos, o compañeros de farra
Nos especializamos para consolar
y ayudar a otros que pasen por situaciones parecidas+