A veces se quiere orar, y, al mismo tiempo no se quiere,
por qué
A veces uno se encuentra con el deseo de rezar, de hacer
oración, pero al mismo tiempo, se dice que es una pérdida de tiempo, que hay
cosas más importantes que hacer…
Porque el Maligno, quiere alejarnos de Dios, alejándonos
de la oración, si puede ser, pero no vamos hacer un demonio ex machina, para
cargarle con nuestros fallos
Lo que sucede es que la oración es una asignatura
pendiente, y, aquí si puede ya intervenir la tentación
Muchos aprendimos a orar, a rezar para pedir y eso es
bueno, es reconocer el poder de Dios, lo que ya no lo es, es que confundamos la
oración con la extorsión, a Dios es cierto le podemos pedir lo que nos de la
gana, Él nos dará lo que debe darnos, y, no, nos va sacar las castañas del
fuego, eso es cosa nuestra
El pensar si Dios no me ha concedido lo que le pedir, no
me ha obedecido, seguir rezando es perder el tiempo, aunque no lo digamos así,
es no saber nada de oración, ni de Dios, olvidar que Dios actúa por las causas
segundas. Pero hay más es posible que yo, no quisiera lo que estaba pidiendo
Supongamos que mi ruego fue atendido, y, que me diga ya no
tengo nada que pedir, porque voy a rezar, perder el tiempo
En realidad tenemos que pedir todos los días precisamente
lo que no pedimos al menos con frecuencia, y, que es lo que nosotros no podemos
alcanzar
La Fe
La justicia
El triunfo de la vida
La conversión empezando por la propia
La unidad de los cristianos
La paz, pero la de verdad
Todo lo demás vendrá incluido
Además de la oración de petición, está la oración de
Acción de gracias que debía de ser la más practicada, pero a veces ni siquiera cuando creemos se escuchó nuestro
ruego la hacemos, mucho menos cuando creemos tontamente que no tenemos nada que
agradecer a Dios, cuando se lo debemos todo, empezando por la existencia
La oración de alabanza,
puede nos surja la idea, de para que necesita Dios mis alabanzas, mis
elogios, pues para nada, pero el orante para mucho
De contemplación en silencio ante un paisaje natural, un
bebé, un animalito admirando la obra de Dios dejando que Él si quiere hablé a
tu alma
De rodillas o sentado en un banco ante el Sagrario, sin tontos
devocionarios, en silencio o leyendo fragmentos de la Escritura, o rezando la
estación
Se nos antoja perder el tiempo, si no es por algo concreto
Tomar el rosario, y, rezarlo meditando reflexionado los
misterios, si no es para pedir algo, nos decimos que es una tontuna
Tomar La Biblia, un libro de espiritualidad serio, una
encíclica, etc., leer la en silencio, hacer pausa, volver a leerla, para
escuchar “Su Voz”, y, que él nos pida lo que quiera, nos felicite, nos
reprenda, nos mande
Pérdida de tiempo, si acaso leemos rapidito, como si fuese
la prensa, y, nos quedamos tan panchos
Luego vamos como vamos, todo por no tener oración