Las mujeres van al Sepulcro con miedo
Los evangelistas sobre todo
Lucas, nos cuentan que el primer día de La Semana, es decir el Domingo, las
mujeres fueron a ungir el cadáver de Jesús, iban con miedo
Pero no tenían miedo, a los
guardias, ni a ser atacadas tenían
miedo, a perder el tiempo, a no poder ungir el cadáver, por no encontrar quien
les moviese la piedra del sepulcro que era muy grande
Pese a ello no se desanimaron
siguieron adelante
Pudieron volverse atrás y hubiera
sido comprensible, además de añadirían otros miedos, pero ellas siguieron, y,
resulto que no precisaron mover la piedra, porque ya no había piedra, no había
piedra, porque Jesús había resucitado
A veces a nosotros, a ti, a mi,
al otro nos puede pasar algo parecido, vamos empezar un proyecto nuevo, avanzar
en nuestra formación cristiana, integrarnos en un grupo, bíblico, teológico,
ecuménico, y, nos vienen los mil temores, nos vemos incapaces, lo vemos una
pérdida de tiempo, el diablo incluso por gente buena no va parar, de “echar una
manotaza”, por eso lo mejor es, tras llevarlo a la oración, pedir consejo, sólo
si la persona a quien lo pedimos, nos
conoce a fondo, y, es de sólida formación moral. Vale también para sacerdotes,
en lo de aconsejar, pero si uno es adulto, ser pensante, pues lo analizas en la
oración, y, adelante
Y, uno encuentra “la tumba
vacía”, es decir te encuentras, conoces mejor a Jesús, y, si no es así, pues te
habías equivocado de camino, pues marcha atrás y aquí no pasó nada, que de los
errores también se aprende