Reconciliarse con el otro
El Evangelio según San Mateo es
claro, antes de orar, antes de ir al culto, el evangelio se refiere sin duda a
la fiesta judía del Yom Kippur, pero
ahora es para todos, el consejo
Hay que reconciliarse con el
otro, con el hermano
Y, lo más difícil no es que diga,
que yo tengo que pedir perdón al otro, del daño que le hice, sino, que si,
sospecho que el otro, tiene algo en contra mía, vaya a reconciliarme
Y, esto no es fácil, es preciso
examinarse con cuidado, viéndose frente
al otro a los otros, y, ver si ahí, se amó al otro, como lo que es un hermano,
si lo he tratado como a mí me gusta que me traten, y, ojo, que esto no quiere
decir, que si me gusta el café, le haya hecho beber café, aunque el quisiera
una manzanilla, sino al contrario, si me he sabido poner en su sitio, y,
siguiendo con el ejemplo de la manzanilla, le he dado manzanilla, y, hasta la
he tomado yo, para que no se sintiera mal, o, si tuvo que tomar el café.
Si lo he humillado, etc.
Cuando sea posible, la reconciliación
con el interesado, cuando no lo sea, al menos hasta que lo sea, con La Iglesia
de la que es miembro al menos en potencia
Ni que decir tiene que con rencor
ni acercarse y menos a la Mesa del abrazo y el perdón