Magníficat de María
Glorifica mi alma al Señor
Lo primero que hace Santa María
es glorificar a Dios, no porque Dios lo necesite, Dios no precisa nada, sino
porque María ama a Dios, y, cuando uno ama a otro le regala, aunque como hacen
los niños, el regalo lo haya comprado el propio regalado
Maria no glorifica a Dios, no
entrega su vida a Dios, pensando que va recibir, si sabe que Dios no se deja
ganar, pero Ella sabe que como criatura no tiene derecho a nada, Ella que lo
recibió todo, todo como gracia. Ahora quiere gritarlo, y, no sólo un momento
toda su vía
“Glorifica mi alma al Señor”
Que no es solo un mero decir,
hablar por hablar, frase bonita, es decir mi vida, en todo momento confiesa que
hay Dios, mi vida muestra su bondad, en todo momento, también en el Calvario
Y, esto es para todos, todos cada
uno, hemos de decir, no necesariamente con palabras si con la vida
“Glorifica mi alma al Señor”
Se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador
Porque esa es la mayor alegría
tener a Dios a su favor, saber que esta salvada, que Dios la ama tanto que la
quiere para sí, María no se alegra por títulos, Ella, La Esclava la que entrego
su Voluntad y su Persona,. Su todo a su Señor puede decirlo bien alto
Pero todos podemos, cada uno en mayor o menor medida, lo que debe
alegrarnos no es el saber, los títulos, ni los puestos, en salvar que Dios en
Jesús, nos ha salvado, y, pedirle no, nos deje decirle que no, María nos
ayudará
Porque ha mirado la humillación (humildad, bajeza, poquedad) de su
Esclava
María reconoce que Dios, El
Transcendente, El Señor, ante él cual todo el universo es como un grano de
arena, menos, se fijó en Ella, una criatura débil, contingente, en Ella creada
para servirlo, María pone a Dios en primer lugar, en todo lugar, todo se lo
debe a Dios, sabe que sin Él no es nada
Porque ha mirado la humillación….
Cada uno lo puede hacer suyo, lo
bueno que hacemos lo hacemos por Dios, poner a Dios en primer lugar
Por eso desde ahora me felicitaran todos los pueblos
María que si la alaban, es por lo
que Dios hizo en Ella, nosotros solemos pensar que si nos felicitan es por lo
majos que somos, cuando el mérito es todo de Dios
Porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí, o por mí. Es decir todo lo ha hecho Dios, en María, por
María, lo que hay en María viene de Dios en Ella todo, en mi lo bueno viene de
Dios lo malo es propiedad privada, lo
bueno no lo hago yo, lo hace Dios. A Él es la alabanza
El Todopoderoso, cuyo Nombre es Santo. Santo, Único, Transcendente,
solo Dios
Su Misericordia llega a sus fieles de generación en generación
Dios siempre nos brinda su amor,
su perdón, siempre no cambia nunca
Él hace proezas son su brazo, dispersa a los soberbios de corazón,
derriba a los poderosos de sus tronos, y
enaltece a los humildes
Lo sigue haciendo, aunque a
simple vista no se vea, el valor que da a los mártires es un ejemplo
A los hambrientos los colma de bienes a los ricos los despide vacíos,
no hay que pensar en nada material, los hambrientos en primer lugar somos los
gentiles que fuimos llamados a la fe, los ricos el pueblo de Israel mejor dicho
sus dirigentes que rechazan al Mesías, pero esto no va del pasado, también hoy
muchos creyentes rechazan a Jesús en el pobre, el inmigrante, el exiliado el no
nacido, mientras que muchos no creyentes lo aceptan
Acoge a Israel su Siervo, recordando su Misericordia, y, la promesa
hecha a Abraham y su descendencia por siempre
La descendencia de Abraham nos
dirá Pablo, es Jesús, es la Iglesia, El
Israel de la Fe, Dios nunca falla