sábado, 18 de mayo de 2019

Magníficat de María



Magníficat de María

Glorifica mi alma al Señor
Lo primero que hace Santa María es glorificar a Dios, no porque Dios lo necesite, Dios no precisa nada, sino porque María ama a Dios, y, cuando uno ama a otro le regala, aunque como hacen los niños, el regalo lo haya comprado el propio regalado

Maria no glorifica a Dios, no entrega su vida a Dios, pensando que va recibir, si sabe que Dios no se deja ganar, pero Ella sabe que como criatura no tiene derecho a nada, Ella que lo recibió todo, todo como gracia. Ahora quiere gritarlo, y, no sólo un momento toda su vía

“Glorifica mi alma al Señor”
Que no es solo un mero decir, hablar por hablar, frase bonita, es decir mi vida, en todo momento confiesa que hay Dios, mi vida muestra su bondad, en todo momento, también en el Calvario

Y, esto es para todos, todos cada uno, hemos de decir, no necesariamente con palabras si con la vida

“Glorifica mi alma al Señor”

Se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador
Porque esa es la mayor alegría tener a Dios a su favor, saber que esta salvada, que Dios la ama tanto que la quiere para sí, María no se alegra por títulos, Ella, La Esclava la que entrego su Voluntad y su Persona,. Su todo a su Señor puede decirlo bien alto
Pero todos podemos,  cada uno en mayor o menor medida, lo que debe alegrarnos no es el saber, los títulos, ni los puestos, en salvar que Dios en Jesús, nos ha salvado, y, pedirle no, nos deje decirle que no, María nos ayudará


Porque ha mirado la humillación (humildad, bajeza, poquedad) de su Esclava

María reconoce que Dios, El Transcendente, El Señor, ante él cual todo el universo es como un grano de arena, menos, se fijó en Ella, una criatura débil, contingente, en Ella creada para servirlo, María pone a Dios en primer lugar, en todo lugar, todo se lo debe a Dios, sabe que sin Él no es nada

Porque ha mirado la humillación….
Cada uno lo puede hacer suyo, lo bueno que hacemos lo hacemos por Dios, poner a Dios en primer lugar


Por eso desde ahora me felicitaran todos los pueblos
María que si la alaban, es por lo que Dios hizo en Ella, nosotros solemos pensar que si nos felicitan es por lo majos que somos, cuando el mérito es todo de Dios


Porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí, o por mí.  Es decir todo lo ha hecho Dios, en María, por María, lo que hay en María viene de Dios en Ella todo, en mi lo bueno viene de Dios lo malo es propiedad  privada, lo bueno no lo hago yo, lo hace Dios. A Él es la alabanza

El Todopoderoso, cuyo Nombre es Santo. Santo, Único, Transcendente, solo Dios

Su Misericordia llega a sus fieles de generación en generación
Dios siempre nos brinda su amor, su perdón, siempre no cambia nunca

Él hace proezas son su brazo, dispersa a los soberbios de corazón, derriba a los poderosos de sus tronos,  y enaltece a los humildes
Lo sigue haciendo, aunque a simple vista no se vea, el valor que da a los mártires es un ejemplo

A los hambrientos los colma de bienes a los ricos los despide vacíos, no hay que pensar en nada material, los hambrientos en primer lugar somos los gentiles que fuimos llamados a la fe, los ricos el pueblo de Israel mejor dicho sus dirigentes que rechazan al Mesías, pero esto no va del pasado, también hoy muchos creyentes rechazan a Jesús en el pobre, el inmigrante, el exiliado el no nacido, mientras que muchos no creyentes lo aceptan

Acoge a Israel su Siervo, recordando su Misericordia, y, la promesa hecha a Abraham y su descendencia por siempre

La descendencia de Abraham nos dirá Pablo, es Jesús, es la  Iglesia, El Israel de la Fe, Dios nunca falla