En la confesión el Señor lava nuestros pies, y, nos pone a su lado en la mesa, nos prepara para el servicio.
Lo mismo que hizo en La Cena pascual, con los 12, nos lava no solo los pies nos da un baño total nos lava con su Sangre, nos pone a la Mesa, y, se nos da él mismo como comida, pero no para nosotros, lo hace para capacitarnos para el Servició, porque los cristianos estamos para servir, y, si no servimos, pues “no servimos para nada”