Nuestros ojos están puestos en Tí, Señor esperando tu Misericordia y ser saciados en el tiempo del hambre.
Estas palabras forman parte de un Salmo, son como una oración una jaculatoria
Tenemos que tener los ojos fijos en el Señor, e invocar su Misericordia, porque la precisamos los que lo sabemos y los que no, esos más
Precisamos que El Señor nos sacie en tiempo de hambre, no se refiere al hambre física, que también sino al hambre del alma, cuando nos faltan fuerzas y motivos para vivir el Evangelio, para vivir bien en el sentido moral, para vivir honestamente, cuando no vemos sentido a nada.
Entonces Dios el Señor viene por su Espíritu Santo, nos sacia de sus Dones y nos da fuerza, su Fuerza, y su Sabiduría, pone en nosotros La Piedad, El Temor de Dios que no es miedo a Dios, y nos hace primero vivir honestamente, luego vivir bien moralmente, por último vivir como Jesús ser evangelios vivos, ser hijos de Dios.
