Como Juan no somos Luz, somos sus testigos.
El prólogo del Ev según San Juan, es decir El Evangelio de La Comunidad Joánica
Dice hablando de Juan el Bautista
“Hubó un hombre envíado de parte de Dios, llamado Juan, no era él la luz, sino testigo de la luz”...
A nosotros nos puede pasar lo mismo, podemos pensar y tomar por Luz, a personas buenas, a pastores, al Papa, a La Biblia, a personas canonizadas, o en trámites, y hasta podemos llegar a pensar que tenemos que ser Luz para los demás
Y, todo eso es falso, sólo hay un hombre, un ser humano que es Luz, y ese es Jesús de Nazareth, los demás tenemos que ser como la luna que da la luz del sol, como espejos que la reflejan, ser sus testigos
Y, somos sus testigos en la medida en que vivimos conforme a su Evangelio, que lo imitamos, no que nos vamos descalzos en una procesión, no ahí no somos testigos de nada
Y los demás son testigos de La Luz para nosotros cuando con su vida, sus palabras también, sobre todo p.e. El Papa y los obispos en comunión con él, nos enseñan lo que Jesús le sugiere, les recuerda por su Espíritu Santo, o nos dan testimonio, fuera de ahi, nada de nada
Lo mismo vale para los santos canonizados o en trámite en los que no todo fue santo, en aquello que vivieron el Evangelio son luz en esencia, luz porque refleja La Luz, en las tonterías que les diera por hacer, como besar el suelo, pues no, porque eso es una pendejada, por muy canonizado que esté su autor, o autores, bueno y una guarrada también.