El don de las lágrimas
La Tercera bienaventuranza, llama felices, a los que lloran, por la sencilla razón de que serán consolados
El Papa Francisco, hacía mención en una audiencia al Don de las lágrimas; que no tiene nada que ver con la llantina, ni la sensiblería tonta, ni la pataleta
En otros libros de La Biblia en concreto en Hebreos y en el Apocalipsis. Se dice en el Primero que Jesús oró con lagrimas, y en el Apocalipsis que en la Tierra Nueva, no habrá llanto, porque Dios los consolará
El Don de las lagrimas, es saber llorar por el mal hecho por uno mismo, no en el sentido, de cómo pude ser capaz, qué hice yo, si no en el sentido del que se duele por haber herido el Amor, en este caso el Amor a Dios y a los hermanos, no por miedo a ningún castigo, sino porque Dios no merece nuestra deslealtad
Y, el Don de lágrimas es saber ponerse se echen lágrimas o no, en el sitio de los que sufren siendo solidarios con ellos, que no implica dar nada materialmente, a veces sí, otras bastarán unas palabras de apoyo, o consuelo, otras ni eso será posible, pero se podrán llevar a la oración
Es no pensar solo en la propia panza, y esta muy bien sufrir por la tierra, y los demás seres vivos pero en primer lugar el ser humano.
