sábado, 24 de diciembre de 2022

Dos historias horribles


Dos historias horribles. 
En el periódico digital católico aciprensa, leía hace días, la noticia de una anciana inglesa, cristiana que en el tiempo del confinamiento, fue detenida y juzgada, por rezar en silencio, esto es sin pronunciar palabras al pasar frente a un abortorio.
En primer lugar, Inglaterra es una democracia, en las democracias, se respeta el derecho a la libertad de expresión, y a la libertad de religión, la señora no incumplía las normas contra el covid, ni siquiera rezaba en alto, de hecho si ella no lo hubiera dicho, no lo habrían sabido, ella pudo decir, que iba pensando en que comida preparar, pero dijo que iba rezando
Entonces se la enjuicio, por rezar al pasar por aquel lugar de muerte, pues se dijo que estaba protestando
Bien, uno de los derechos de la democracia es la libre expresión, el derecho a protestar, y, no vale arguïr que el aborto criminal es legal, en Inglaterra, porque los ciudadanos tienen si la democracia es de verdad, de protestar también contra lo que es legal, incluso  contra lo que es bueno, lo que desde luego no se da en el caso del aborto.
Ahora bien, Inglaterra es un país cristiano, además confesional,  de hecho su Jefe de Estado es cabeza de su Iglesia, cierto que la buena señora manda menos que un gato, pero es un país cristiano, un país cuyos premieres no ocultan que lo son, sin embargo mantiene, y ayuda al asesinato de no natos, ayudando en el quebrantamiento del 5º mandamiento,  e impide incluso rezar en su contra aunque sea en silencio, es decir prohibe dar culto a Dios, quiere que los cristianos vuelvan a las catacumbas, se dice democrática y limita la libertad de expresión y culto, esto vuelve a ese gobierno, los ingleses no tienen culpa en una basura, y cristianos sí, pero de los que solo pueden tener un destino el Infierno, si no cambian, de democrátas nada.
Es verdad que en España pasa lo mismo, pero es que los gobernantes españoles no son cristianos y España es un estado laico, con todo está también mal
La anciana inglesa como los rescatadores, hizo lo que debía, pues hay que obedecer a Dios antes que a los hombres, por muy gobernantes que sean-

El segundo caso, es el de un juez filandés, al que no gusto se absolviese a una diputada de su país, por citar la Biblia, para hablar de la inmoralidad del sexo entre personas del mismo
El juez, al que no le arriendo la ganancia cuando se tope con El Juez, pudo haber dicho, que eso muy bien, para judeo cristianos, pero no, lo que hizo “su señoría”, fue decir que el cristianismo era una religión de odio
Yo no tengo duda, ese juez es un seguidor de satán, aunque no lo sepa, porque si de algo,no se puede acusar a la religión cristiana es de ser religión de odio
Somos los únicos los cristianos que tenemos por mandato expreso de Jesús, amar a los enemigos, orar por quienes nos persiguen, ayudar a quien nos hace mal, y, claro también decirle la verdad.
El juez filandés, confunde pues “esta ciego”, el mal con el  bien, el odio, con el amor, es él quien odia a los cristianos, y, yo aquí sí que no puedo obedecer a Jesús, yo no puedo amar, ni orar por este mal hombre.
Al que moralmente veo ya totalmente reprobado, y, naturalmente yo me equívoco, y, Dios pese a todo quiera que aquí también
Pero tanto un caso como el otro muestran la existencia y actuar de satán en el mundo de hoy, porque él es homicida y embustero desde el principio
Él está con los que enjuiciaron a la anciana, y esta con el juez filandés; vuelvo a repetir que lo aplicable al Reino Unido es aplicable a cualquier país España incluída donde se den las mismas condiciones, y lo dicho al juecillo filandés vale para cualquiera.
Por cierto ahora en el Reino Unido, ya no hay reina, Isabel II, esperó pues ella era una buena cristiana, que esté gozando del Reino de Dios, o preparándose en el Purgatorio, d.e.p. Ahora en el Reino Unido, reina Dumbo III, en que estaré pensando;  Carlos III, quise decir.