viernes, 23 de diciembre de 2022

Las tres bendiciones


Las tres bendiciones o bienaventuranzas que la Biblia da a María son Una sola  especial. 
Pero no son solo para Ella, digamos que Ella las recibe en primer lugar, como Hermana, y Madre del Mesías, del Verbo hecho hombre, pero todas están y tienen que estar también presentes en La Iglesia, y en cada uno de sus miembros, pues todos somos Iglesia
La primera bendición o bienaventuranza, que recibe  Santa María de parte de Dios, es por medio de Gabriel
“Alegrate llena de Gracia, El Señor está contigo”
Y eso también se le dice a La Iglesia, de la que María es el miembro más insigne.
Dios le dice a su Iglesia
“Alegrate llena de Gracia, El Señor está contigo”; y se lo dice no solo a la Jerusalen celeste, a la Triunfante, ni a la Purgante, se lo dice a esta Iglesia que lucha en el mundo, que esta herida, que es pecadora, que San Agustín llamaba. “ La casta prostítuta”, a La Iglesia que hace dudar, a la Iglesia de la que somos miembros los cristianos pecadores, sí se lo dice
No, porque se hallé ya llena de Gracia, sino porque Dios la quiere llena de Gracia, y la purifica con su Sangre, para el día de La Boda, presentarsela sin mancha ni arruga, Dios quiere una Iglesia Santa, y para ello el Señor está con ella, para ayudarla a ver sus culpas, a dejarse purificar por su Esposo, hasta el día en que ya solo exista La Iglesia Santa de La Jerusalen celeste
Y nos lo dice a cada uno, si a cada uno, pero no solo a los cristianos, a todos los seres humanos, uno a uno
“Alegrate llena de Gracia, El Señor está contigo”
Nos lo dice, no porque no vea nuestro pecado, no somos María, somos pecadores, lo que Dios nos dice es que Él está con nosotros por muy bajo, que hayamos caído, para levantarnos, y purificarnos con su Sangre, que nos quiere, llenos de su Gracia, llenos de Él, y en esa lucha, Él está con nosotros.
La Segunda bienaventuranza o bendición de Dios a María es el anuncio que le hace por Medio de Gabriel de ser La Madre del Mesías
Esta parece si exclusiva de María y lo es en el plano físico y biológico, pero Dios por los PP de La Iglesia, nos enseña que La Iglesia, y por ende cada fiel cristiano que es Iglesia, tiene que concebir al Verbo en su alma, y parirlo al mundo, es decir La Iglesia y cada uno de nosotros tenemos que dejar que El Espíritu Santo, “forme a Cristo en la matriz de nuestra alma”, para luego parirlo al mundo, con la Palabra y el Testimonio de la Vida, eso es lo que quiso decir Jesús, cuando dijo que “ su madre y hermanos eran los que escuchaban La Palabra y la guardaban”
La Tercera es la que le dijo Dios por medio de Isabel
“Dichosa tú porque has creído, pues se cumplirá en tí todo lo que te ha sido dicho de parte del Señor”
Y también La Iglesia y cada uno de nosotros somos dichosos, cuando en lugar de creer al mundo, o a nosotros mismos, Creemos, confiamos en Dios en su Palabra y la confesamos como María con la vida y el Servicio
La Cuarta es la que le dice Jesús en La Cruz, cuando le da a Juan por hijo
Está también parece exclusiva, pero tiene su espejo para nosotros, Dios nos invita, invita a La Iglesia y a cada uno, a acoger al otro como a Cristo, y eso era lo que Jesús pidió a su Madre, por eso no le dijo
“Mujer ahi tienes un nuevo hijo, o ahí tienes otro hijo, sino ahi tienes a tu Hijo, y, ella solo parió a Jesús, luego en Juan Jesús se estaba dando de nuevo, y en cada ser humano, Jesús nuestro Dios se nos da de nuevo”
Por último el ponerla como La Principal Orante, pidiendo el Don de lo alto, La Venida de La Ruhah divina
Y, todo eso se resume en una sola Bienaventuranza, en María es ser Hija, Madre, Templo o Esposa de Dios, en Ser Madre del Verbo Encarnado, y Madre de todos sus hermanos, en ser Arca de La Alianza que acoge y custodia La Palabra
Y eso tiene que ser, es La Iglesia, en la tierra aún muy imperfectamente, y eso tenemos que llegar a ser cada uno de los cristianos no, de los seres humanos
Que Santa María nos ayude a conseguirlo.