Atentos a la escucha de la Palabra
Los cristianos hemos de tener los oídos abiertos; para escuchar lo que Dios nos dice a cada uno por medio de su Palabra
No se trata solo de escuchar reverentemente y atentamente la proclamación de las lecturas bíblicas en Misa, ni de leer la Biblia con atención. Naturalmente eso es imprescindible, pero no basta, es preciso pedir al Espíritu Santo que nos abra los oídos del alma, para que el espíritu de la letra, penetre en nosotros, aunque nos de miedo
Y, no solo La Biblia, ni la -Tradición viva de La Iglesia; ir más allá y, saber escuchar La Voz de Dios en el acontecer de cada día.
Porque nada sucede porque sí
Y, Dios todo lo que permite es para bien de sus criaturas
Entonces se trata de ver el Mensaje que Dios nos manda, siempre Mensaje de Amor, por esos sucesos en el mundo y en la vida de cada uno, aunque a simple vista parezca una maldición. Sí pueden ser un castigo, pero un castigo cariñoso de padre madre que ama infinitamente.