martes, 27 de diciembre de 2022

Primacía de Dios sobre el yo


Primacía de Dios sobre el yo, primacía del Espíritu sobre la carne, primacía de la gracia sobre las obras. Francisco
 Primero primacía de Dios sobre el yo, es decir sobre mi voluntad, mis gustos y apetencias, sobre mis planes, no importa lo que yo quiero hacer, sino lo que Dios por medio de los signos de los tiempos, las circunstancias, me va mostrando que quiere que haga
 No importan mis buenos planes, si no los que Dios me presenta, y, eso es algo tan claro como que si me iba a Misa, o a un retiro o una adoración, y, una persona da igual me llevé bien o mal con ella, me reclama para que la acompañe al hospital, o a tomar un café porque quiere charlar y esta deprimida, Dios quiere que cambié el plan, no me quiere en Misa, etc. Me quiere acompañando a esa persona, y los ejemplos pueden ser de no parar.
 Aceptar que haya cosas que no se puedan hacer. Saber dejar como decían Monseñor Van Thuan, las cosas de Dios por el Dios de las cosas.
 Segunda. Primacía del Espirítu, sobre la carne, El Espirítu es el Espirítu Santo, y la carne, no es el sexo, la carne es nuestra naturaleza humana débil, y en el lote va el alma. Naturaleza débil, incluso la que no estaba infectada por el virus del pecado, como la de Jesús era débil, por eso luchaba contra la tentación, huía, por eso se agarraba al Padre a Dios en la oración, porque en el Huerto por poner solo un ejemplo, la naturaleza humana de Jesús le pedía mandar la cruz a paseo, pero ya antes en el monte, le sugería que aquello de aquel personaje, lo de las piedras y el pan. Pues, y, qué decir de dejarse coronar rey, así podría ayudar a muchos. Pero Jesús domino su naturaleza y huyó.
 Claro que los Evangelios nos dejan bien claro, sobre todo Mateo, quien lo llevabá, El Espiritu, El Espiritu Santo, La Ruha divina, él fortalecía, guíaba a la humanidad de Jesús
Como Jesús nos lo envió hace lo mismo con nosotros, nos da sus Dones, sus Carismas, nos sugiere cosas, nos ayuda a llevarlas a cabo, pensamos que no podemos, no importa lo que sea, y sin saber como hemos podido, pero no nosotros; nosotros con él, pero cuando pretendemos ir por libre, nos pasa lo que a Pedro ante los criados
 A veces tenemos una idea buena, muy buena, pero nos vemos incapaces de llevarla a cabo, podemos estar seguros de que si no la llevamos o es que no era tan buena, y por lo tanto no podía ser sugerencia del Espíritu o no la quería para nosotros, porque él sabe que es lo que precisamos, de que somos capaces, si aquello nos conviene ahora, o no
 Y, si quiere que hagamos algo nos da los medios y la fuerza, pero ojo, no, nos saca la Libertad si teniendo medios ocasión oportunidad, fuerza en debilidad no lo hacemos, es culpa nuestra
El mejor ejemplo de este actuar suyo en la naturaleza humana, es el de los martires, ellos tienen miedo a la muerte y al dolor, pero sostenidos por él lo afrontan
 Necesitamos al Espirítu Santo
Tercero Nuestras obras no valen nada, si tienen algún valor ante Dios, es porque Jesús por su gracia las hace suyas, vamos al cielo por la fe en Jesús, Fe que es gracia y Don, y, que se confiesa con las obras. Porque vamos a ver, sí yo digo que me encanta la música, y, no quiero ni oír hablar de conciertos, cuando suena en la radio o la tv cambio de dial, o canal.  A lo mejor es que le llamán música a la gata de mi prima, y es la que me gusta, porque la otra no.
 Del mismo modo, si digo que creo que Jesús está vivo, que murió y resucitó por mí, que es Dios y hombre, y en lugar de hacer lo que él quiere, busco hacer lo que le gusta a cuatro politiquillos basura, a la ONU, a la UE. Pues es que lo que digo de Jesús no lo creo, lo digo pero no lo creo
 No todos tenemos la oportunidad ni vamos hacer las mismas obras, pero lo que cuenta es que estén hechas en Gracia en unión con Jesús, como confesión de fe. Porque vamos al Cielo por sus méritos, es decir por su Gracia.