sábado, 31 de diciembre de 2022

Cuando hacer lo correcto no basta


Cuando hacer lo correcto, no basta y esta mal. El buen samaritano 
El Levita y el sacerdote de la parábola, no tenían cuernos, ni eran malas personas, ellos querían cumplir la ley, La Ley de Dios
Iban  al Templo a cumplir con la función litúrgica, a ofrecer los sacrificios a orar con el Pueblo, y a orar por el pueblo. No podían dejarlo para otro momento
Acercarse al herido, podía ser poner en peligro sus vidas, si era una trampa, pero desde luego los volvería impuros; impureza legal, pero impureza que les impediría cumplir su misión, por un pequeño tiempo
Entonces qué hacer, Dios era primero, tal vez pensaran orar por él, pero Dios era primero
Y, todos estamos de acuerdo, o la mayoría,  si aún no fui a Misa el domingo, y solo me queda una
Me quedo con los hijos de mi amiga, o vecina, para que pueda ir con su marido al cine
Voy a relevar en el hospital al familiar de un enfermo, que solo tiene esa media hora para ir a casa y descansar un poco
Hago compañía a un enfermo
Llevo al hospital o llamó al médico al vecino, o desconocido al que en la calle le ha dado un ictus, o me limito a llamar por teléfono y que lo recojan
Porque si hago cualquiera de las cosas, no voy a Misa, y es domingo
Qué hago. ¿Dejo a Dios por esa persona, o a la inversa?
Bueno esta claro, Dios primero
Sí los buenos cristianos haríamos lo mismo, que aquellos buenos judíos
Hasta que llega Jesús, y nos dice. 
“Mira guapo, te equívocas,  hay veces que hacer lo correcto es lo incorrecto, tú no sigues La Ley de Dios, sigues un ritualismo, como si fueras una máquina”
El primer precepto tiene dos caras, “Ama a Dios y ama a tu prójimo, al otro como a tí mismo, y entonces pregúntate, si tú estuvieras en la situación del que precisa tu ayuda, qué te gustaría que hiciera, y sé sincero. Te gustaría que te ayudará
Pues bien, ve y ayuda aunque dejes, que no la estarás dejando tu vida de Piedad, pues en el otro, me ayudas a mí, y, en mí ayudas al Padre, ya ves, dejas tu acción en el Templo, tu Misa católica, por servir a Dios.
Deja que te guíe mi Espíritu Santo, La Ruhaj no leyes aunque sean santas”.(Jesús), con su permiso.