El Señor nos dará la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto. El Señor nos dará la lluvia, no la de las nubes, no la lluvia a que se refiere es a su gracia que nos da por Jesús, esa gracia que son también los dones del Espíritu Santo, y nuestra tierra, que somos cada uno, dará su fruto, es decir guardaremos la voluntad de Dios confesaremos a Jesús con la vida, porque solos sin esa lluvia que es la gracia, no podemos hacer nada
Pero Dios nos ama, y nos da su lluvia
Ahora si nos cerramos “ para que no,nos moje” ya es nuestro problema
