El Espíritu Santo nos lanza al mundo. Los discípulos estaban encerrados, ni haber comprobado que Jesús estaba vivo, y vivo de verdad, es decir que era el Viviente.
Los sacaba de su encierro, pero llego Él, llegó La Ruha divina, el Viento, El Fuego, El Espíritu de Dios que aleteaba sobre las aguas primigenias, y, los lanzó al mundo, no tuvieron miedo a nada, ni nadie, ni a la muerte.
Abrieron las puertas, salieron y dejaron entrar
Cuando La Ruha divina, viene siempre saca a fuera, a fuera de las comodidades, de las tradiciones; de las costumbres, a fuera del propio egoísmo, a fuera del miedo a perder La Fe, y, lleva a hablar a todos en su propio lenguaje, que no idioma, lleva a decir las verdades no del barquero, sino La Verdad de Dios, y, saca al mundo
Hoy en la homilia de Misa, el sacerdote un viejito, decía que los Apostoles al recibir al Espirítu Santo, se lanzaron al mundo. Nosotros también los recibimos, y, si aún estamos en el pasado, agarrados a una fe cultural como el siervo tonto a su talento, si queremos todo bien cerrado, tenemos que pedir al Padre por Jesús que lo mande
El Papa Francisco, no tiene miedo, soporta el dolor físico, no tiene miedo en abrir La Iglesia, en lanzarse y lanzarnos al mundo, no le importa escandalizar a cuatro pendejos cismáticos aunque se crean ultra católicos y es que a nivel personal y como Pontífice lo empuja La Ruha, precisamos al Espíritu Santo, porque muchas veces damos pena.
