sábado, 31 de diciembre de 2022

Dios frustra nuestros planes


Dios frustra nuestros planes por nuestro bien. Dios muchas veces echa por tierra nuestros planes, lo que pensábamos hacer, por medios dispuestos por él, por las causas segundas, impide que llevemos aquello acabó
Pero no lo hace porque no, nos amé, al contrario esto es prueba de su Amor que hasta llegar a Casa, no comprenderemos
Sí nos impide llevar a cabo, un proyecto determinado, aunque en sí fuera bueno, o que nos lo pareciera
Es porque no era el momento adecuado, sí él quiere ya se hará, ya lo haremos en otro momento
Era bueno, pero no para nosotros, no para tí, no para mí, lo ibamos hacer mal, e íbamos hacer más mal que bien. Ya Dios cuando sea oportuno, se encargará de llamar a quien sea capaz
Nos parecía bueno pero era malo
Aún no era nuestro momento
En el capítulo 11 del Génesis se cuenta la historia de la Torre de Babel; que merece tratado aparte, pero hay un dato curioso e interesante. Dios decide bajar y confundir la lengua de aquellas gentes, porque sí no, nadie les podrá poner freno.( Realmente los humanos tenemos mucho poder) Así pues Dios les cambia el lenguaje, y se tienen que ir por el mundo.
Así a simple vista parece algo cruel, y más propio de los dioses olímpicos, pero si vamos a los capítulos anteriores
Vemos que aquellos hombres; primero se habían asentado en Senaar tierra de violencia, fundada con violencia, ahora encima pretendía hacer, una torre precaria, con ladrillos, pretendían ir a Dios, asaltar al Cielo, poner a Dios a su servicio, para dominarlo todo.
Aquellos hombres se acabarían destruyendo unos a otros, para rescatarlos de ellos mismos, Dios tuvo que hacer lo que cualquier mamá, tía, abuela, tata, con el pequeño que está jugando muy en silencio. Ir a ver que barbaridades está haciendo, y, ponerles fin, por el bien del pequeño
Dios obra igual
Por eso no debemos afligirnos, si no hemos podido hacer aquello, salvo que el motivo de no hacerlo fuera nuestra pereza;  o desidia.
Porque lo que cuenta no es que hagamos ésto o lo otro. Sino lo que Dios quiere