“Sólo se convierte, quien
reconoce que necesita a Dios”
No se trata de arrepentirse de
haber hecho algo que ha dado problemas, o, de tener remordimientos
Sino de volver enteramente a
Dios, de dejar de romper lo que separaba
del, de tomar lo que acerca más
Es decir de convertirse, de
con verter, verterse a
Y, esto sólo se hace si uno
iluminado por la gracia, descubre que necesita a Dios, no al dios tapa
agujeros, no, al Dios de Jesús, si es consciente de su condición de criatura,
de redimido, si como el joven de la parábola descubre que la comida de los
cerdos, de la que tampoco tiene mucha, no es para él, que sólo Dios puede
saciarlo
Si no, puede que se vaya confesar
si es católico, o diga un acto un salmo penitencial si es acatólico, cuando su
conciencia le remuerda, pero seguirá en lo mismo, porque no se habrá puesto en
camino al Padre
Y, Dios en el fondo le dará lo
mismo
Sólo si es consciente de que se
aleja de Dios, y, que puede quedar alejado de Dios eternamente, y, que sin Dios
no puede vivir, será entonces cuando se produzca su conversión como Agustín,
David, Pablo, Teresa de Jesús, y, no es preciso que se trate de grandes criminales, todos precisamos esa conversión,
máximo los que creen que ya la tienen es posible que en lugar de Dios tengan un
dios hecho a su medida