Dios es la antítesis del amo de la parábola de los talentos
Un error bastante común, al leer las parábolas de Jesús, o
al escucharlas es sustituir sin más al personaje principal, por la imagen de
Dios, lo que salvo y, aún con excepciones en las llamadas de Misericordia, nos
van a dar un concepto equivocado de lo que Jesús nos quiere decir, sobre El
Padre, el Espíritu y, Él mismo, y, es que Dios siempre es el otro
Partiendo pues del texto hay que ir más lejos
Así por ejemplo en la parábola de los talentos, o de las
minas, centrándonos en el amo, se parece muy poco a Dios
Es cierto que Dios da sus dones a cada uno según quiere,
bueno a todos entrega el don de la vida
El amo de la historia se va, y, deja a sus servidores a su
suerte
Dios no, Dios nunca nos deja solos, él respetando al máximo
nuestra libertad, nos orienta hacia lo que le agrada porque es bueno para
nosotros, él nos muestra donde hemos de invertir sus talentos
El amo de la historia, se pone un poco bestia con el criado
atontado, que pensaba que el dinero nacía, y, lo sembró
Dios nuestro Dios no, si no hemos usado sus talentos, si por
miedo tonto los hemos escondido, y, le
pedimos perdón nos perdona, y, es más por lo que a Jesús, coge de sus propios
talentos, los réditos, y, nos los regala
Naturalmente si pretendemos pasar sin dar palo al agua, por
prudencia, no virtud sino tontuna, pues respeta nuestra libertad, aunque
siempre va estar tendiéndonos la mano, a nuestro lado
Y, es que nuestro Dios Uno y Trino es Dios, la historia
muestra cómo sería un amo humano, por eso con Dios siempre podemos recomenzar,
eso si, mientras estemos en este mundo, después se acabó, de ahí viene el
dicho, “mientras hay vida, hay esperanza”, porque después ya se ha llegado a la
meta que uno, haya elegido