lunes, 25 de febrero de 2019

Cristo es Rey







Cristo es Rey, pero no Rey político, es Rey eterno, para gloria de Dios

Jesús es Rey, pero no es un colega de Felipe VI, ni de Isabel II, Jesús no es un rey político, es un rey eterno

Como Dios reina sobre toda la tierra

Como hombre, reina gloriosamente desde la Resurrección pero empezó su reinado en la Cruz, ese es su trono, por  eso lleva corona de espinas, que no se marchitan, que no se roban, que no llevan a la corrupción como el oro, su manto es su sangre

Dios había prometido a David, que un hijo suyo, un descendiente suyo, se sentaría en su trono, que su reino sería eterno, no sé si David pensaría que se había cumplido en Salomón, lo cierto es que Dios lo cumplió en Jesús, descendiente como hombre de David

A Él Dios lo sentó en su trono, y, Él si llama a Dios Padre, y, Dios le llama Hijo, porque ya lo era antes de tomar carne en La Virgen María, por obra del Espíritu Santo

Por eso reina no en la Casa de Judá, sino sobre La Casa de Judá, pues reina desde el Trono de Dios

Dios cumple en Jesús, la promesa hecha a su siervo David

Jesús no se sienta solo en el trono de Dios, no se sienta solo a su derecha, se sienta con todos los redimidos que no rechazan, ni rechazaron su redención

Al contrario del rey político que busca su triunfo, la derrota de su adversario, Jesús  se ofrece pues para Dios no hay tiempo, por todos, y, en especial por los que lo rechazan, y, busca que Dios reine en todos los corazones para gloria de Dios, pero no se impone, respeta nuestra libertad, y, tiene su Costado abierto, para que podamos acceder al Padre

Y, no esta en un trono de oro sentado con manto real, y, corona real, con una bola del mundo en la mano

En sus Manos benditas tiene las huellas de las heridas de los clavos que sufrió por nosotros, en  sus manos nos tiene a cada uno

Su trono el corazón de cada ser humano
Su trono el Sagrario
Su trono, y, su manto, allí donde hay un ser humano, sobre todo si es débil, enfermo, de cada ser humano desde el seno materno

Ese es Jesús rey, el otro no sé quién es