jueves, 28 de febrero de 2019

Ni los santos, ni las revelaciones privadas


Ni los santos, ni las revelaciones privadas 

Hace un  tiempo, una persona para defender al Papa citaba un texto de Santa Catalina, de apoyo al papado, al Papa, él que sea, aunque el texto tiene graves errores, que no vienen al caso

Sin embargo aunque  lo  parezca, y, sin que este mal, no es suficiente, para empezar los santos los canonizados, lo son ahora, no lo fueron en vida, porque aquí no hay santos, y, desde que están en el Cielo no escriben ni dicen nada para la tierra, lo mismo vale de las revelaciones privadas reales, o soñadas

Lo que dijo el ahora santo, o beato, o siervo…, o lo que dice la supuesta revelación privada, tiene valor, si coincide con lo dicho lo revelado por Dios en La Escritura, y, en la Tradición divino Apostólica, no confundir con la Tradición, y, menos con las tradiciones

Sin eso, no tiene ningún valor es la mera opinión de un señor, señora o señorita, e incluso si esta constatado directamente en La Escritura, esta por encima la interpretación de La Iglesia, el Papa solo en comunión de todos los obispos en comunión con él, o de todos los fieles, o, en el sentir de La Iglesia desde su Fundación

Por eso, el texto de Santa Catalina, salvo en las burradas tenía razón lo apoya el Evangelio

Las burradas decir, “aunque sea un demonio encarnado”
1º porque los demonios no se encarnan, no tienen poder para ello

2º porque Jesús al frente de su Iglesia pone a hombres pecadores, ya empezó con el primero, no pone a demonios