Ni los santos, ni las
revelaciones privadas
Hace un tiempo, una persona para defender al Papa
citaba un texto de Santa Catalina, de apoyo al papado, al Papa, él que sea,
aunque el texto tiene graves errores, que no vienen al caso
Sin embargo aunque lo
parezca, y, sin que este mal, no es suficiente, para empezar los santos
los canonizados, lo son ahora, no lo fueron en vida, porque aquí no hay santos,
y, desde que están en el Cielo no escriben ni dicen nada para la tierra, lo
mismo vale de las revelaciones privadas reales, o soñadas
Lo que dijo el ahora santo, o
beato, o siervo…, o lo que dice la supuesta revelación privada, tiene valor, si
coincide con lo dicho lo revelado por Dios en La Escritura, y, en la Tradición
divino Apostólica, no confundir con la Tradición, y, menos con las tradiciones
Sin eso, no tiene ningún valor es
la mera opinión de un señor, señora o señorita, e incluso si esta constatado
directamente en La Escritura, esta por encima la interpretación de La Iglesia,
el Papa solo en comunión de todos los obispos en comunión con él, o de todos
los fieles, o, en el sentir de La Iglesia desde su Fundación
Por eso, el texto de Santa
Catalina, salvo en las burradas tenía razón lo apoya el Evangelio
Las burradas decir, “aunque sea
un demonio encarnado”
1º porque los demonios no se
encarnan, no tienen poder para ello
2º porque Jesús al frente de su
Iglesia pone a hombres pecadores, ya empezó con el primero, no pone a demonios